De antigua oficina a vivienda cálida y moderna.
En lo que fue una antigua oficina madrileña cruzada por largos pasillos, el estudio de arquitectura MINIMO ha logrado crear una moderna y cálida vivienda protagonizada por la madera de abedul, para una joven familia.
La oficina, de 110 m2 estaba muy bien situada en la primera planta de un edificio del S.XIX, en un céntrico y clásico barrio de Madrid. Para los arquitectos Alberto Rubial y Sergio Sánchez, fundadores de MINIMO, en colaboración con Clara Domínguez, ha sido todo un reto. Y sin duda, logradísimo. Las numerosas habitaciones ,muy compartimentadas, se fusionan ahora en una gran sala longitudinal que concentra la vida común de la familia. Los larguísimos pasillos cuentan con luz gracias a distintos lucernarios.
Cinco ventanas en forma de arco iluminan el centro de la vivienda
Los arquitectos han aprovechado todo este espacio central, su gran altura y la importante entrada de luz natural, gracias a las cinco ventanas en forma de arco de medio punto. Para optimizar estos recursos en esta gran sala se han situado la zona de estar del salón, la cocina y el comedor. Y todo ello articulado mediante una única pieza: un mueble de abedul.
Para MINIMO, era importante dar una escala doméstica y de vivienda a la antigua oficina. De ahí que los arquitectos hayan definido una cota de remate 2,50m para los acabados y carpintería. De esta manera, mejora la percepción espacial y se amplía la sensación de encontrarnos en un espacio continuo. Además, para enfatizar la longitudinalidad de esta gran sala, la iluminación artificial se ha resuelto mediante dos carriles magnéticos con proyectores negros.
El mueble de abedul exento conforma el corazón de la casa
El mueble de abedul diseñado especialmente para la cocina conecta todas las diferentes áreas. Se ha combinado con tonos negros. En la encimera, un mármol Negro Marquina; y en el resto de superficies, con tableros fenólicos de abedul laminados en negro mate. Esta misma madera se utiliza para toda la carpintería interior de la vivienda, diseño de MINIMO.
La calidez de esta madera de abedul se ha contrastado con suelo de baldosa cementosa usado en la zona de la cocina. El resto del espacio queda unificado mediante un suelo de madera de roble.
Baños y dormitorios se separan de la zona común
Los baños y dormitorios se distribuyen en las zonas más privadas, separados del gran espacio común. Esta parte de la vivienda se ha resuelto de manera sencilla y se ha articulado en torno a tres patios asociados a las habitaciones.
En las habitaciones, las puertas de los armarios son correderas, de suelo a techo. Esto ha permitido aprovechar al máximo el espacio.
En el baño principal se consigue una sensación de continuidad entre superficies con el empleo de mármol Negro Marquina tanto en el suelo como en las paredes. En los otros dos baños, el suelo es de baldosa cementosa, el mismo material que aparece en los suelos de la cocina y espacios de circulación. Para el acabado de las paredes de estos dos baños, los arquitectos optaron por revestirlos con un mármol Blanco Macael. Los radiadores son de Irsap, los sanitarios de Roca y la grifería de Tres.
En las zonas interiores, la luz llega a través de lucernarios
La iluminación se resuelve de manera indirecta, a través de lucernarios longitudinales combinados con un techo de tablero fenólico de abedul que aporta calidez a la vivienda. De estos lucernarios surgen puntos de iluminación puntual que ayudan a resaltar la colección de obra gráfica de los propietarios de la vivienda.
Fotografía: Amores Pictures