Good Goods by Stefano Colli, el coleccionista de sillas.

Una galería virtual

Todavía quedan nuevos usos que explorar en el universo de las redes sociales. O, mejor dicho, aún hay gente capaz de encontrar nuevas fórmulas y propósitos. Lejos de la frivolidad extendida en masa en algunas de ellas, y ajenos a las acusaciones desalentadoras de sus detractores, redes como Instragram siguen sirviendo como plataforma para proyectos enriquecedores como Good Goods.

El arquitecto e interiorista italiano Stefano Colli (afincado en Barcelona desde principios de los noventa) ha creado «una galería virtual, en la que se ordenan y recogen piezas de buen diseño», explica. El proyecto culmina su pasión por el diseño de producto, un amor influenciado por los grandes maestros (Magistretti, Castiglioni, Bruno Munari o Enzo Mari, entre otros) que tuvo suerte de conocer en sus años de estudiante en el Politecnico di Milano.

Con Toio empezó todo

Colli cuenta que la primera pieza de diseño que entró en su casa fue la mítica lámpara Toio de Achille & Pier Giacomo Castiglioni, editada por Flos. Fue el regalo de bodas de su padre, otro aficionado al coleccionismo (en su caso, relojes y pintura). A partir de entonces, y casi de forma inconsciente, Stefano fue recopilando todo tipo de mobiliario, iluminación y objetos de diseño. «Son piezas del pasado, que pertenecen a la historia del diseño moderno», detalla. «Algunas son únicas, auto-producidas; otras, series limitadas o prototipos que no se encontrarían en los canales habituales del mercado».

Esta peculiar colección acumula ya más de 150 obras (sillas sobre todo) entre los que destacan varios diseño de Vico Magistretti (la silla Silver, la Carimate o la Vicario), de Philippe Starck (silla Wendy Wright o Dr. Bloodmoney, ambas editadas por Disform) o piezas del recientemente desaparecido Enzo Mari (silla Box, editada por Aleph Driade desde 1990, la Sedia P -con kit que montaje incluido-), además de otros grandes nombres como Alvar Aalto, Mario Bellini, Arne Jacobsen o Carlo Colombo.

Destaca, también, una singular «reparación en mimbre» hecha por el propio Colli de la lámpara Mayday de Konstantin Grcic para Flos.

La intención de Colli es combinar las obras de los maestros del diseño moderno, con nuevos talentos contemporáneos. Su primera apuesta: el jarrón Jacinto (2020) de Banzai Turba, una edición limitada de seis piezas hechas en impresión 3D con fibra PLA (hilo de almidón).

Cocido en pleno confinamiento

La idea de clasificar, fotografiar y compartir todas estas obras de valor incalculable a través de una galería virtual en Instagram surgió en pleno confinamiento. Con tiempo para pensar y observar, Stefano Colli se planteó poner en común estos tesoros (sí, lo son) en la red; así que, junto a su hijo Marcello decidieron ponerse manos a la obra. Rescataron piezas guardadas en el garaje o distribuidas por toda la casa. Las ordenaron. Compraron un fondo sinfín y empezaron a fotografiarlas. El 20 de agosto 2020 nació Good Goods.

Vender para comprar. Cambiar para disfrutar

Durante estos meses, padre e hijo han ido publicando las emblemáticas piezas en @goodgoodstefano. «Algunas se venden, otras no», explica Colli. No quiere hacer una tienda para lucrarse. Aquí la venta está pensada para poder comprar/renovar otras piezas; es decir, vender casi como intercambio. No se trata de un acto mercantil, sino de un truque de historias y vivencias.

Exposición en Acid House Barcelona

El proyecto ha saltado momentáneamente del universo digital al tangible. Durante estos días, y hasta el próximo 7 de enero 2021, se puede visitar una pequeña muestra de Good Goods en la Window Gallery de Acid House Barcelona, en Poblenou.

Fotografías ambientadas Leo Garcia Méndez. Fotografías de producto Marcello Colli.

Galería virtual Good Goods in Instagram @goodgoodstefano

Acid House Barcelona. Window Gallery. Carrer Ávila, 89. 08005 Barcelona.