Centro de Deportes Náuticos de Formentera.
El arquitecto Marià Castelló es el autor del nuevo Centro de Deportes Naúticos de Formentera. Un edificio ligero que, construido en un solo material, recuerda a las casetas-varadero que tradicionalmente se levantaban en el litoral de la isla.
El proyecto se sitúa en el puerto de la Savina, la entrada principal a la isla de Formentera. Un emplazamiento con un interés muy especial, justo en el límite entre una zona urbana, el mar Mediterráneo y un estanque de agua salada que forma parte del Parque Natural de Ses Salines.
«La protección a mar abierto de este estanque ha propiciado su uso como puerto natural donde fondear pequeñas embarcaciones de pesca», señala el arquitecto. Por ello, resulta el lugar idóneo para alojar la escuela de vela municipal, así como otras dependencias relacionadas con los deportes náuticos.
La dualidad del programa, que incluye aulas + oficinas vs taller + vestuarios, se ha materializado dividiendo la volumetría en dos cuerpos independientes. El primero, alineado con la calle de s’Almadrava, y el segundo con el pasaje de Balandra.
En la intersección de ambas vías, el edificio se diluye en un vacío que alberga el acceso a su interior. La estructura que emerge entre los dos volúmenes proporciona un espacio de relación a la sombra. Además, su geometría oblicua permite disfrutar de las excelentes visuales abiertas hacia el Estany des Peix.
Dualidad funcional y paisajística
Además de la polaridad funcional, el proyecto también materializa una dualidad paisajística. En él se encuentra la gran variedad de entornos que convergen en una parcela de apenas 1000 metros cuadrados de superficie.
Hacia el desarrollo urbano orientado a Noreste y Noroeste, los volúmenes se muestran en su mayor parte opacos. Hacia el Sur, sin embargo, el edificio se despliega generando una amplia tarima. Además de funcionar como nexo de unión entre los dos volúmenes, se adentra unos metros en el estanque a modo de pantalán. La estructura que corona los volúmenes adquiere profundidad sobre la tarima y protege el interior de la incidencia solar directa.
Arquitectura sostenible
Construido en seco a partir de prácticamente un único material, el edificio reduce su impacto sobre el entorno. En muy distintos formatos, la madera se erige como la principal protagonista. La madera contralaminada (CLT) utilizada permite que confluyan estructura, cerramiento y acabado.
La armonía se prolonga en la fachada ventilada, con rastreles y lamas en pino R.3.2 que con el tiempo adquirirán una característica pátina gris. El pantalán recurre a la técnica tradicional de pilotes de madera sumergidos bajo el nivel del mar. La tarima exterior, en cambio, se suspende sobre una cimentación mínima, prefabricada y reversible, de micro-pilotes superficiales.
En una clara apuesta por la sostenibilidad, el proyecto utiliza una reducida paleta de materiales. La mayoría, de origen natural, exenta de PVC y otros materiales sintéticos potencialmente nocivos. Cerramientos higroscópicos, permeables al vapor de agua y energéticamente eficientes mantienen un ambiente interior saludable.
Fotografía: Marià Castelló
Centro de Deportes Náuticos
Carrer de s’Almadrava, 60
07870 La Savina
Islas Baleares
