Humanizar un hospital a través del diseño y la poesía.

«El reto era generar un espacio agradable, una atmósfera apropiada y un entorno que estéticamente fuera bonito y apropiado para las personas que tienen que pasar por la durísima experiencia del cáncer», nos ha explicado Rai Pinto. Evitar una experiencia traumática, con el objetivo de conseguir que el espacio no recordara a un hospital.

Para ello, los recursos utilizados en la unidad de Oncología y Diálisis del Hospital Althaia de Manresa son más propios de un centro de bienestar que de una clínica oncológica. Porque, según nos cuentan, «el avance de las neurociencias ha demostrado la vital importancia de los factores emocionales en cualquier proceso de salud. Todo lo que influye en el bienestar del paciente estando dentro del centro sanitario contribuye en su estado anímico».

Un hospital en el que sentirse a gusto

Teniendo como premisa principal humanizar el espacio, el interiorismo hace referencia al entorno de la comarca. La idea de los diseñadores fue pues llevar el exterior al interior, mediante diferentes recursos.

A través de un zócalo de madera con un amplio degradado de colores, el estudio de Rai Pinto ha recreado las puestas de sol de verano que se pueden ver desde la zona. Un contenedor central representa el paisaje local de Manresa y la comarca del Bages.

En él incluso están trazadas las mágicas formas de Montserrat, para acercar así el paisaje a los pacientes.

Con materiales naturales para dar calidez, como la madera y los tonos claros, con especial importancia para el azul celeste, una experiencia nada fácil se puede convertir en algo positivo. Nada que un buen diseño del espacio no pueda ayudar a conseguir.

La poesía también se convierte en parte de este diseño. Gracias a una serie de poemas visuales, relacionados con el paisaje y creados por Rubio junto a Laia Malo. Que se han aplicado en las paredes de espacios como la Sala de Espera de la Unidad de Diálisis o la Consulta de Nefrología.

Fotografía: Pol Viladoms.