El bar Piraña se suma a la renovación del Balham de Londres.
Piraña busca a través de un interiorismo atrevido ofrecer una propuesta audaz durante el día y en la que diferentes ambientes se unen bajo un reducido espacio. Casual y easygoing, que dirían los ingleses.
El punto de mira hacia el sur de la capital británica empezó a principios del nuevo milenio con la transformación de la orilla del Támesis en el centro – con la Tate Modern como referencia – para luego extenderse por la derecha con la construcción del nuevo ayuntamiento – y más recientemente la Torre Shard –, y posteriormente el margen izquierdo con la zona de Vauxhall y Battersea.
Ahora le toca el turno a Balham. En el suroeste, ya en el Gran Londres. Antigua zona de trabajadores inmigrantes, y hoy en las guías de ocio por la creciente vida nocturna que está surgiendo alrededor de una de sus calles principales: Bedford Hill.
Allí han aterrizado ahora los hermanos Alastair y Nicholas Heathcote, quienes se han hecho un nombre por contribuir a la noche londinense con propuestas exóticas y lujosas como la coctelería The Imperial Durbar – de inspiración india.
Con Piraña, sin embargo, buscan al público de día. A los vecinos locales. Y que sea el boca a boca el que consiga que el bar y restaurante se conozca más allá de Balham.
Apuestan otra vez por locales de temática regional. Pero esta vez han reducido el componente étnico a la cocina y han buscado una estética con voz propia y alejada de tradicionalismos.
“El objetivo era crear algo único, sin ninguna referencia cultural particular, pero que invite a los clientes a comer y beber de manera relajada durante el día”, matiza Tatjana von Stein, fundadora junto a Gayle Noonan de Sella Concept, el estudio responsable del diseño.
De modo que nadie espere encontrarse con tonos cálidos ni estampados étnicos. Su propuesta se asienta en los colores pero buscando un estilo neutro y en todo caso una estética retro.
Antes de continuar con el uso del color, hay que introducir el otro concepto que define el interiorismo: la sensación de fluidez. Imprescindible para todos los involucrados en el proyecto de cara a conseguir esa atmósfera casual y easygoing.
Por este motivo las únicas divisiones que existen son las que configuran los diferentes ambientes, creando con ello varios espacios dentro de un mismo espacio.
El conjunto de todos ellos busca la funcionalidad, para lo cual el equipo de Sella Concept ha estudiado el comportamiento de los clientes de este tipo de locales y así poder adecuarse a sus necesidades.
“Nos fascina la psicología del comportamiento detrás del diseño y la cuestión de cómo animar al comportamiento a través del diseño y los materiales”, continúa explicando Tatjana.
Recursos ópticos
La distribución de Piraña se divide en dos grandes zonas: una más luminosa y otra más oscura. La primera es la que acoge a los clientes. Incluye el bar, una pequeña cocina abierta y un snug – una reducida habitación pública típica de los pubs británicos.
Los diferentes espacios se distinguen por elementos arquitectónicos como pequeñas plataformas. El rojo es el color dominante y se combina básicamente con tonalidades grises.
Destaca el piso de terrazo – de origen español – y el uso de las baldosas en el bar, las cuales también se han usado en la fachada de manera más intensa para atraer la vista de los transeúntes.
La parte más oscura es, obviamente, la más íntima. La destinada a los reservados. Aquí el rojo pasa a ser un color secundario a favor del negro. Y se recurre al truco de las cabinas semiabiertas para dar privacidad sin tener que crear espacios cerrados.
Sella Concept también se ha encargado del diseño y producción del mobiliario así como la imagen de marca en toda la cartelería.
Fotografías: Nicholas Worley.
Piraña
76 Bedford Hill
Londres SW12 9HD