Guinness: el arte al servicio de la publicidad.
Un nombre que, dicho de primeras, no nos evoca nada: John Gilroy. Pero sin el que no se entendería la que hoy en día es una de las cervezas más icónicas del mundo. Este artista e ilustrador inglés trabajaba en los felices años 20 en la agencia de publicidad S. H. Benson. De allí salió una interpretación de las bebidas alcohólicas, y los anuncios en general, jamás vistos hasta ese momento.
Entre 1928 y 1960, Gilroy puso su firma en las campañas de Guinness a través de una interpretación libre del arte. Sus coloridas obras son las que marcaron la pauta y aportaron una identidad única a la cerveza irlandesa.
Los orígenes de la publicidad de Gilroy y Guinness
Una de las primeras y más memorables campañas de Gilroy tiene una serie de personajes muy populares. La inspiración vino directamente del zoo. En concreto, del espectáculo de leones marinos. «¡Estos animales serían capaces de sujetar un vaso de Guinness en equilibrio sobre su nariz!», pensó Gilroy. Y así nació una de las campañas publicitarias más duraderas de la historia. Ese eslogan que podemos ver en cualquier pub irlandés: My Goodness, My Guinness.
Compuesta por una divertida familia de revoltosos animales. Que traían de cabeza a un desventurado cuidador del zoo. Que de hecho era una caricatura del propio Gilroy.
Entre ellos se podían encontrar desde una avestruz que se tragaba una Guinness, con vaso y todo, hasta un pelícano con el pico lleno de botellas. También un león a la carrera, o un oso ladrón. Un cocodrilo, un canguro y un pingüino. Y, por supuesto, el más icónico de todos: el tucán.
A través del tropical animal la idea evolucionó hasta la campaña Guinness-a-day. Una campaña famosa hoy en día, que se puede encontrar en paredes de todo el mundo. Una prueba viva de la relación creativa entre Gilroy y la marca cervecera.
Sin olvidarnos de Guinness for strength. En esta campaña, Gilroy reflejaba a personas realizando grandes proezas de fuerza, gracias a la cerveza. Entre ellos, un trabajador transportando una viga. Un hombre tirando él mismo de un carro.
Toda una colección de carteles emblemáticos, creados por el artista hasta la década de 1960. El ritmo distintivo de Gilroy ha sido el que marcado toda la publicidad esta seña de identidad irlandesa en épocas posteriores.
La historia completa se puede leer en su web.
La publicidad de Guinness en la actualidad
El legado de Gilroy sigue muy vivo en la compañía de St. James’s Gate. Y una muesca bien clara es el anuncio realizado hace un par de años: el Surfero.
Un espectacular spot rodado por el cineasta Jonathan Glazer en Hawái. Y que ha sido calificado como uno de los 100 mejores anuncios de televisión de todos los tiempos.
«Lo bueno se hace esperar» es el eslogan. Pero no hagamos esperar más, el vídeo se puede ver (y admirar) a continuación:
Guinness | Surfer from Speade | Archive on Vimeo.
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