Entornos con efectos positivos.
La mayoría de los diseñadores son optimistas, nos cuentan desde Interface. «Creemos que pueden diseñar una manera mejor». Al fin y al cabo, a la hora de construir se trata de crear espacios que inspiren y apoyen a las personas, acomodando sus necesidades.
Durante siglos, el instinto de cada uno ha sido la clave a la hora de diseñar un interior. Tendencia que se ha invertido en las últimas décadas. Ya que el conocimiento científico sobre la eficacia de los espacios se ha convertido en una fuente de pruebas definitivas.
Positive spaces
El reto en la actualidad consiste en crear los que han llamado Positive spaces. Entornos que mejoran la productividad, la creatividad y el bienestar de sus usuarios, en lugar de minimizar los costes.
Con la experiencia de arquitectos y diseñadores, el suelo es clave para contribuir a crear un espacio que permita a sus usuarios prosperar. Se les da la oportunidad de vivir, trabajar, aprender y regenerarse. La salud y la felicidad del usuario de un edificio es una responsabilidad esencial de los propietarios, arquitectos, diseñadores y líderes empresariales, tanto desde un punto de vista ético como por su valor para el negocio.
Los +Positive spaces™ son entornos que tienen efectos positivos. Estos efectos son el resultado de los atributos del espacio, y de las personas que lo utilizan. Y es que un espacio no es lo mismo que una estancia.
Un espacio puede ser algo tan pequeño como el asiento favorito en una biblioteca. O tan grande como una ciudad. Incluso, todo el planeta. También puede tratarse de tu página de internet favorita. Así que convertirlo en un «espacio positivo» es sencillo. Sólo necesitamos proporcionar una gama de momentos espaciales específicos. Los que ofrecen a las personas las opciones, las herramientas y el permiso para trabajar como mejor les parezca.