Qian Jiang, el mejor diseñador joven en Formex.
Sus productos demuestran no sólo una clara conciencia por la forma y un juego contenido, sino también un diseño inteligente. «Domina toda la caja de herramientas de un diseñador, pero nunca está limitado por ello», ha observado el comité de expertos que ha elegido al ganador en una ceremonia celebrada a finales de agosto en Estocolmo.
Repasamos todos los nominados en nuestro artículo sobre el diseño nórdico que viene. Te lo recordamos aquí.
Qian Jiang tiene 31 años y se licenció en la Universidad de Jiangnan (China) en 2008. Trabajó como diseñador industrial en dos empresas de diseño en Shanghai hasta 2011, después de lo cual comenzó un Máster en Diseño industrial en la Universidad de Lund, Suecia. De 2012 a 2014, trabajó como diseñador de mobiliario para Nicholai Wiig Hansen Studio y Normann Copenhagen. Actualmente reside en Estocolmo, donde tiene su sede Studio Dejawu y que fundó en 2015 para el diseño de mobiliario y artículos de uso diario.
«El diseño para mí es como mantener un diario. Captura mis recuerdos de personas y momentos felices. En cierto sentido mi trabajo es muy personal. El resultado final es como crear un contenedor de memoria; documentando lo que he experimentado y continúo explorando acerca de cómo transformar esas experiencias en objetos con los que uno podría relacionarse. Mi inspiración proviene de recuerdos y experiencias cotidianas, en particular recuerdos de infancia felices y que son impagables por su valor «, dice Qian Jiang.
El premio Formex Nova al Mejor Diseñador Nórdico del Año nació en 2011, con el fin de promover el diseño nórdico de alta calidad por parte de un diseñador relativamente desconocido, pero establecido en la industria nórdica del diseño. El criterio es que el diseñador viva y trabaje en Escandinavia y tenga una formación universitaria o haya demostrado su capacidad para concebir productos innovadores, artísticos y de utilidad; eso, y que el diseñador tenga al menos un producto en el mercado.
El premio incluye una exposición de su obra en la edición de Formex de la primavera 2018, así como una dotación de 50.000 coronas suecas (más de 5.000€) para costear una actividad formativa con la que mejorar alguna competencia o habilidad en el diseño. Como explica el último ganador, «Es una magnífica sensación … el premio viene desde la incertidumbre, pero al mismo tiempo refleja algo difícil de describir. Es como cuando un chef cocina algo que le gusta a otras personas. Ese momento en que ve la alegría y las sonrisas de la gente y se da cuenta de que les gusta el sabor. Creo que siempre trabajaré duro para ser un buen chef».