Calvin Klein reabre su flagship con interiorismo en amarillo.
El artista norteamericano ha reimaginado el diseño original del arquitecto John Pawson de la tienda más insigne de Calvin Klein. Será un proyecto a gran escala con dos realizaciones previas: el rediseño del espacio de la planta baja y un showroom del 12º piso en la sede de la compañía.
Esta instalación ha sido ideada como un paso intermedio para celebrar la llegada del diseñador belga Raf Simons y su debut con la colección de Calvin Klein 205W39NYC, antes de una próxima renovación completa del edificio.
Para reflejar esa impermanencia, el diseño incorpora e invoca un ambiente en construcción. El espacio se llena de andamios y un abrumador lavado de pintura amarilla brillante recubre las paredes e invade los volúmenes interiores, reflejando el color de advertencia de la cinta de precaución y las señales de tráfico.
La instalación es un ambiente inmersivo y envolvente. Las continuas referencias al arte y a la industria, reflejan las obsesiones propias del artista y de una nueva era para Calvin Klein. El uso del color, de los materiales cotidianos y la naturaleza funcional de los andamios colocados en el interior, dan a la tienda insignia reimaginada una energía cálida y juvenil. El objetivo: transmitir la celebración del cambio y el progreso de la marca.
Raf Simons pidió a Ruby que la tienda generara una experiencia que pudiera estar íntimamente conectada con las colecciones. Una continuación del lenguaje que ambos están creando para la nueva identidad de Calvin Klein donde «el uso de referencias muy directas y familiares, comunes a la experiencia visual americana, crean una conexión simple y emocional con la marca». En palabras del propio artista: «Quería que la tienda pudiese brillar desde dentro, representando una nueva era para la marca».
Entre las prendas y accesorios de vestir, se exhibe una selección de objetos para el hogar. Un homenaje a las raíces de la firma fundada en 1968, y caracterizada por su estética sobria e innovadora. Reflejando dicha imagen, podremos encontrar objetos y accesorios tales como emblemáticas tazas de café Homer Laughlin, cerámicas de Rose Cabat, edredones americanos como los utilizados en la vendimia, nueva ropa de cama blanca y cristalería italiana.
Al explorar las tres plantas del espacio, el cliente experimenta una interacción juguetona de categorías. Los diferentes tipos de productos, a la vez que conservan cada uno su propia identidad, interactúan entre sí de una manera animada e inesperada, creando una experiencia de compra energética.
Fotografías: © Elizabeth Felicella/Esto Photographics