D’INS, el picnic del Campus UPC Diagonal-Besòs.
Las clases en la uni pueden ser largas y tediosas. ¿No sería un placer poder relajarse entre horas en un espacio al aire libre y en contacto con la naturaleza? El Campus UPC Diagonal-Besòs, situado entre Barcelona y Sant Adrià de Besòs, no puede ofrecer ese lujo, pero al menos se ha esforzado en que la montaña vaya a Mahoma. Con la ayuda del estudio ouieah! ha recreado todos los elementos del mundo del picnic en su comedor. Desde un merendero a las casetas de playa.
El resultado es un espacio con un lenguaje dinámico, fresco y atrevido. Lógico si tenemos en cuenta que es una mezcla de la creatividad que sale de sus aulas y de las ideas de un estudio de interiorismo en busca de la innovación, la originalidad y la frescura en cada uno de sus proyectos.
Jordi Pastells y Emili Sánchez, cabezas del estudio, no se han olvidado de ningún detalle a la hora de caracterizar un comedor en el que se mezcla el interiorismo y la naturaleza. Un árbol que acoge un merendero a su alrededor. Tiendas de campaña, instaladas en el techo y en forma de lámparas. Los rincones son las zonas montañosas. Y luego tenemos las casetas de playa, algunas literales y otras representadas en los estantes.
Y todo eso sin dejar de ser un comedor universitario con todos los equipamientos y servicios de la vida urbana. Sólo que camuflados a través de la decoración y la distribución. Por ejemplo, una estantería con numerosos microondas – para no tardar más en hacer la cola que en calentar el tupper – separa el comedor del mostrador donde sirven las comidas que preparan en la cocina del centro.
En cuanto a la decoración, el árbol oculta el gran y único pilar del espacio. Luego están los elementos que siguen el juego: las vallas de madera y cuerda que impiden el paso, las paredes que simulan rocas y los taburetes de plástico. También están los detalles que forman parte del conjunto y pasan desapercibidos, como el gran mural con motivos artísticos relacionados con las especialidades impartidas en el centro.
De cara al mobiliario, han elegido mesas de diferentes tipos y alturas. Casi todas pensadas para grupos y con bancos para sentarse. Las mesas, obviamente, son de madera. Menos las de montaña, en tonos grises. A destacar también las lámparas que simulan nidos de pájaros.
El camping se agradece en un día soleado, de modo que el espacio cuenta con mucha luz. Aparte de las múltiples lámparas colgantes, influyen los colores. Azul cielo de fondo y un suelo, obviamente, en tonos tierra. Los colores típicos de las casetas, por su parte, aportan frescura.
Puesto que está previsto que el nuevo campus cuente con una residencia para los estudiantes y los investigadores, no podemos dejar de fantasear con que el camping cuente en el futuro con su propio albergue.
Al resguardo del FiT
El estudio de interiorismo se presentó al concurso junto con la FiT (Fundació Formació i Treball). Esta entidad sin ánimo de lucro y promovida por Cáritas en 1992, se dedica a formar a auxiliares de cocina y camareros de sala en su escuela-restaurante, llamada también D’INS. De modo que el comedor universitario no sólo atiende a estudiantes sino que también está atendido por alumnos en formación.
Fotografías: ouieah!