Food line: más que un soporte para la comida, un nuevo ritual
Food línea es fruto del encuentro que el BCD propició entre el diseñador vasco y el director gastronómico de Monvínic, Guillem Oliva. De la reflexión entre Azúa y Oliva nace este nuevo ritual, una ruptura con la secuencia de platos de un menú tradicional.
Menú en línea supone un cambio en la forma de presentar los platos, en el modo en que se sirven y, por ende, en el comportamiento de los comensales. Compartir es el ritual.
Un gran soporte de madera para contener una serie de platos que puede instalarse sobre dos piezas en el centro de la mesa y que se presenta en diferentes longitudes, dependiendo del número de personas. El servicio de mesa se convierte en una performance donde la presentación de los platos, el servicio y la interacción de los comensales juegan un papel importante.