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Silla Panton: cuando el diseño pone a prueba la gravedad y el pop art

Es otro de los asientos más icónicos de los últimos años. Diseñada por el danés Verner Panton y editada por Vitra, la silla Panton se convirtió en objeto de deseo al ser una de las primeras sillas en voladizo realizada en plástico.  

De proyecto rechazado a clásico del diseño 

La historia de la silla Panton es por lo menos curiosa. El modelo diseñado a finales de los cincuenta por el danés Verner Panton llevaba tiempo gestándose antes de ver la luz. El objetivo era realizar una silla en voladizo que no fuera la típica de cuatro patas y que pudiera ser apilable y fabricable en plástico. El proyecto, tan ambicioso, fue rechazado por una veintena de fabricantes que decían que el asiento de Panton carecía de estabilidad.

© Vitra

Fue entonces cuando Willi Fehlbaum, fundador de la empresa Vitra, se interesó por la idea de Panton. Rolf Fehlbaum y Manfred Diebold, director de desarrollo de producto de Vitra, se acercaron al taller del danés y vieron un prototipo de la silla Panton y se lanzaron a la aventura de ser la primera empresa en materializar el diseño.

© Verner Panton Design AG

Así, en 1963, Verner Panton y Vitra comenzaron su alianza, llegando a producir una de las sillas más icónicas de la historia. Fueron necesarios varios años de investigación para encontrar el equilibrio entre los audaces contornos imaginados por el diseñador, los límites físicos de la tecnología del plástico y los requisitos de fabricación. En conclusión, la silla Panton como la conocemos hoy fue el resultado de diez prototipos de poliéster laminado a mano y reforzado con fibra de vidrio.

Forma orgánica y estilo pop

Lo novedoso de la silla Panton son sus líneas y el material en el que se hizo desde un primer momento. En los años sesenta, el uso del plástico no estaba bien visto en la decoración, mucho menos para muebles como sillas que debían ser resistentes al paso del tiempo. Sin embargo, Verner Panton desafío los límites produciendo la primera silla hecha enteramente de plástico, de una sola pieza y de diseño cantiléver.

Las primeras sillas Panton se realizaron en una pequeña serie de 150 piezas. Sus líneas orgánicas y, sobre todo, sus colores vibrantes, dotaron al asiento de rápida fama. Sin embargo, el proceso de producción era muy costoso y complejo, lo que no bastaba para hacer frente a la demanda que estaba teniendo la silla Panton.

Desde los primeros prototipos hasta la actualidad, el modelo pasó por diferentes variaciones en busca de ergonomía, diseño y reducción de costes de producción. De hecho, muchas de las sillas diseñadas por Vitra con el tiempo se rompían, por lo que la empresa dejó de producirlas en 1979 para no dañar su reputación.

El regreso de un clásico

Tras varios años de no fabricación, lo que otorgaron a la silla el carácter de coleccionable, Vitra volvió a producir la silla Panton en 1990 dado la fama y demanda que el modelo del danés seguía teniendo a escala mundial. En esta ocasión, la silla se hizo en la espuma de poliuretano rígida del principio y con un laborioso acabado, aunque con más resistencia a la rotura.

Esta segunda etapa también fue posible gracias a los avances tecnológicos con los plásticos y las nuevas posibilidades del moldeo por inyección, dando como resultado una versión de polipropileno. Treinta años después del lanzamiento inicial, por fin se hacía realidad uno de los grandes objetivos de Panton: la silla de plástico como producto industrial asequible.

La silla Panton alcanzó máximos niveles de popularidad por su diseño innovador, llegando a estar presente en varios museos de diseño y casas de coleccionismo.

En la actualidad, Vitra realiza dos modelos. La Panton Chair Classic es de espuma de poliuretano rígida y superficie satinada. Mientras que la Panton Chair se realiza en poliuretano con acabado mate. Desde 2007 este último también existe en versión para niños: es la Panton Junior, que también figuraba en los planos originales del diseñador.


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