Homenaje al ‘Mare Nostrum’ en el nuevo restaurante de Minas Kosmidis.
La idea para el diseño fluyó de manera fácil al pensar en su ubicación. Chipre y el puerto donde se ubica el restaurante están profundamente ligados al Mediterráneo, así que «se proyectó una estética que se relacionara con el mar, pero con las peculiaridades de cada lugar buscando un punto en común dentro del eclecticismo cultural«, ha explicado Kosmidis.
El interior pivota alrededor de una estructura metálica que trata de visualizar de manera minimalista y artística la inmensidad del mar y los elementos que lo sintetizan. Opuesta a ella, una pared recubierta de madera, con una ventana, transmite la idea de un barco hundido que se convierte en algo nuevo, y evoluciona hasta poder verse como una ciudad en las profundidades. En Mediterraneo se puede encontrar el blanco del Egeo, los intensos colores de Venecia, los arabescos típicos de los países islámicos, y por supuesto el azul del mar.
Sin olvidar, por supuesto, el principal sustento proporcionado por este lago salado: el pescado, y las diferentes herramientas empleadas para su pesca. Peces de madera decoran el techo, alternándose con redes de pesca que en realidad son lámparas de diferentes tipologías y tamaños.
Las palabras de Fellini «No hay principio. No hay final. Sólo existe la pasión de vivir» se transmiten en Mediterraneo, al tratar de plasmarse la idea de que los barcos no desaparecen en el mar, se transforman en algo más importante que no desaparece, que debe mantenerse en la eternidad.
Fotografías: STUDIOVD (N. Vavdinoudis – Ch. Dimitriou)