Una vida slow, según Susanna Cots.
La vivienda, de 220 metros cuadrados, destaca por su comunicación con el exterior y algunos elementos escultóricos de la arquitectura que dotan de personalidad a la casa.
Todas las estancias tienen vistas al exterior. La idea es “estar suspendidos en medio del bosque”, explica la diseñadora. “Hemos buscando sensaciones, bienestar y equilibrio funcional interior-exterior”, añade.
En el jardín, en una zona algo alejada de la casa, la interiorista se ha concedido la licencia de dejar de lado el minimalismo imperante en el resto del proyecto. Una mesa y cuatro sillas metálicas pintadas de blanco explotan la estética romántica y bucólica del pequeño bosque cercano.
Pero volvamos al interior. La comunión con la naturaleza no se reduce al plano visual. Las texturas y las formas también buscan un punto de conexión, y esto empieza desde la misma fachada de piedra.
La fachada, por cierto, da paso a uno de los elementos escultóricos de los que hablamos antes: la chimenea. Está situada en una de las paredes laterales de la casa, en el interior, con la singularidad de que el muro donde se ubica se prolonga hasta el exterior, formando una especie de porche junto a la cubierta que sobresale de la segunda planta.Un gran ventanal marca el límite entre dentro y fuera.
El porche, por su parte, también se prolonga, dando paso una terraza, la cual flota sobre una plataforma en forma de L que recorre la fachada y se ensancha delante del ventanal.
Ya dentro, otro de los elementos estrella es la escalera, una pieza que también parece estar suspendida. La vivienda se divide en cinco dormitorios, la cocina, una sala de estar y tres baños bajo volúmenes de diferentes formatos.
La diseñadora catalana suele decir de ella misma que le gustan los contrastes que se hacen cómodos y, efectivamente, esta es la mejor manera de describir la casa. La piedra y los revestimientos en negro del exterior conjugan de manera suave con un interior más claro.
Los contrastes en la paleta cromática tampoco son agresivos: blanco para las paredes y la cocina. Grises para los tejidos del mobiliario y la cabecera de la cama. Ocres y marrones para alfombras y cojines. Algún toque negro en lámparas y esculturas; y madera para el suelo y alguna mesa.
El suelo, es porcelánico; en formato láminas y de diferentes anchos, de la marca Porcelanosa. Como revestimientos también han utilizado microcemento gris, el porcelánico Cementi en tono marengo de Todagres y el azulejo Marmi China en blanco también de Porcelanosa.
El mobiliario de la cocina, la mesa-comedor y la suite son diseño del estudio de Susanna Cots. Destacan las sillas Catifa de Arper y los sofás de Temas V. La iluminación es de Artemide y Troll.
Por último, resaltar otro de los detalles originales de la casa: la pila de uno de los baños con aspecto de tronco tallado. Lo dicho, unión con la naturaleza en cualquier rincón de la casa.
Fotos: Mauricio Fuertes
SOBRE SUSANNA COTS
La diseñadora se ha consolidado a nivel internacional en los quince años de carrera que lleva a sus espaldas. El año pasado ganó el IDEA Tops International Awards 2013 (China) y ha sido finalista en varios certámenes nacionales e internacionales. Es Miembro Honorífico de la Society of British Interior Design www.sbid.org y del Colegio de Decoradores de Colombia www.esdiart.edu.co. Este año ha abierto su primer estudio internacional en Hong Kong.