Apartamento en Barcelona. PPT Interiorismo captura la esencia del modernismo catalán.
Las autoras del proyecto han buscado enfatizar en este proyecto todos los elementos sobresalientes de la vivienda original, como los techos altos decorados con molduras originales. Este tipo de detalles brindan al huésped una emocionante sensación de grandeza, que se percibe desde la entrada.
En ella, un vestíbulo en rojo vivo recibe a los visitantes y les ofrece una alegre bienvenida. A sus pies, el parquet de roble se combina con baldosas cerámicas para crear una alfombra única de colores y materiales.
En la pared, la carpintería con espejos esconde el baño: una estancia envuelta por un mosaico de baldosas tradicionales en gama de grises, pura expresión del modernismo más refinado.
La habitación principal, también accesible desde el vestíbulo, es un lugar cálido donde descansar y sentirse parte de algo especial. No en vano, cuenta con una cama con dosel digna de un hotel de 5 estrellas. A ella le acompañan otros elementos más sencillos y funcionales (mesitas y lámparas), y una alfombra étnica que compensa el blanco puro de las paredes.
Por otra parte, el salón integra la cocina en la vivienda, de forma que ésta se convierte en un elemento decorativo más desde donde luce el azul celeste de sus baldosas. Un punto de color brillante que da vida a la funcionalidad de los muebles integrados.
El resto del salón cuenta con piezas de mobiliario colocadas al detalle. Un conjunto sencillo pero acogedor, en el que conviven elementos low cost con otros elementos procedentes de mercadillos locales.
Un espacio donde se percibe la inspiración modernista del resto del apartamento y en que las piezas que lo componen no ocupan un espacio: lo comparten con quienes lo habitan.
Fotografías: Nini Cortadellas con LA MIRA