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Restaurante 28posti en Milán; un proyecto de compromiso con grupos en riesgo de exclusión social.

 

El restaurante 28posti basa su espíritu en el compromiso. Y lo hace en la comida, usando ingredientes de calidad que respetan el entorno y los procesos de elaboración, pero también en los colectivos más marginados de la sociedad. Ha colaborado con un grupo de presos de la cárcel de Bollate (Milán) en la construcción del local.

Bajo las directrices del diseñador industrial Francesco Faccin, encargado del interiorismo del local, y la supervisión del carpintero Giuseppe Filippini, los reclusos han fabricado el mobiliario de este restaurante de sólo 28 cubiertos y situado en el corazón del barrio de Navigli de la capital lombarda.

El 28posti es un local íntimo y con un alma blanca por dentro y por fuera. Y es que el nuevo restaurante ha preservado los elementos arquitectónicos originales del local, que en el pasado albergó el emblemático Karaoke Canta Milano.

Faccin ha dejado a la vista los viejos muros de ladrillo y las zonas donde el yeso se ha ido desconchando. Son nuevos el suelo de hormigón y un tabique que busca imitar una pared de tejas blancas. También la rendija del comedor que permite ojear lo que ocurre dentro de la cocina.

El mobiliario, por su parte, también se compromete al utilizar madera reciclada para las mesas y sillas, puertas y estanterías. Destacan las lamas y tablones utilizados para las superficies de las mesas y bancos, el puesto del metre y el frontal de la pared que sirve de respaldo para los bancos.

Más detalles con alma: la iluminación y los complementos. La decoración es muy sencilla. Con ello consigue un ambiente limpio y minimalista, gracias al cual los pocos objetos se convierten en protagonistas y le añaden (más) personalidad al local.

Hablamos, en concreto, de los utensilios y esculturas procedentes de Kenya que adornan los huecos de las paredes y las coloridas lámparas colgantes del madrileño Álvaro Catalán de Ocón. Se trata de lámparas hechas a partir de botellas de PET en las que la rosca y el tapón sirven para sujetar los componentes eléctricos mientras que el cuerpo de la botella se recubre con una pantalla de hilo tejida porartesanos colombianos.

 

Algunos de los presos, por otra parte, también han ayudado en las tareas de adecuación del local, así como la fijación del suelo, puertas y mobiliario. La colaboración es obra también de la ONG Live in Slums, dedicada a proyectos de cooperación y desarrollo con un cierto énfasis en la cultura, la arquitectura, el diseño y el arte.

La participación, además, no termina aquí. El restaurante pretende convertirse en un escaparte del trabajo que puede realizar este grupo de reclusos con el objetivo de crear un canal de venta directo con el taller.

Fotografías: Filippo Romano

 

28posti
Via Corsico, 1
Zona naviglio grande
Milan
Tel. 02 839 23 77 // 339 632 46 73
www.28posti.org

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