Hotel Primero Primera, el encanto de alojarse en una casa burguesa de Barcelona.
Las 30 habitaciones actuales destacan por una decoración diferente en cada estancia para crear la ilusión de que se trata de un verdadero hogar, respondiendo así a la demanda de los viajeros de hoy, que buscan “alternativas con un fuerte sabor local más allá de los establecimientos de lujo convencionales”, opinan los hermanos Pérez-Sala.
Núria Pérez-Sala y la interiorista Ana Galofré han sido las encargadas del diseño del hotel, que ahora cuenta con una cafetería y otras zonas comunes como un salón y una biblioteca. Para estas zonas, en las que ha colaborado Estrella Salietti, se han inspirado en los clásicos clubs ingleses que cuentan con habitaciones para sus miembros.
La idea, en todo caso, es ofrecer un ambiente íntimo, relajado y cálido, al que contribuyen rincones como la terraza, hecha de muros de piedra.
Las habitaciones son más atemporales, si bien han mezclado varios estilos como el francés y el belga.
Aunque hoy el hotel funciona como uno convencional, han mantenido algunas estancias como apartamentos para viajes de larga duración, o familias, los cuales están compuestos por dos piezas con cocina propia.
El interiorismo de las habitaciones combina elementos clásicos con detalles modernos y sobrios. Por ejemplo, parquet envejecido y moqueta para las habitaciones, y gres y granito negro para algunos de los baños.
El origen burgués del edificio, que se encuentra en una zona residencial alejada del centro, se aprecia en el mobiliario, de los años 50. De hecho, algunos de ellos fueron parte del mobiliario familiar o piezas adquiridas en sus viajes. También han conservado detalles del patrimonio sentimental como fotografías.
Aparte de la cafetería o la conexión wifi en todo el edificio, el hotel también se ha modernizado con una sala para reuniones y un gimnasio.
La fachada es la original. Está hecha de piedra granítica y pizarra; los pavimentos son de piedra; y las ventanas, de madera de teca.