Clásico renovado: Pilar Libano y Alfons Tost suman sus talentos en el restaurante del Círculo Ecuestre.

Intervenir en una de las zonas más sociales de un club fundado hace 155 años y en un edificio de 1910 no era tarea fácil. Se trataba de renovar el restaurante del Círculo Ecuestre, y el encargo lo asumieron dos interioristas que, por primera vez, han trabajado juntos: Pilar Libano y Alfons Tost. Una suma muy enriquecedora con un claro objetivo: crear un clásico contemporáneo. Creemos que el reto se ha superado “con nota”.

El nuevo restaurante del Círculo Ecuestre no podía ser rompedor ni muy clásico. Sí acogedor y cálido. La filosofía que ha guiado el proyecto partía de la base de que el nuevo interior debía hacer sentir cómoda tanto a una persona que lleva muchos años en el Círculo como no desubicar a una persona joven. Y así, el renovado interior define un “clásico de hoy” que mantiene el espíritu exclusivo de club e incorpora elementos contemporáneos que conforman una atmósfera intimista y acogedora.

El proyecto, a cargo de Pilar Libano-Alfons Tost, se inspira en la estética de los clásicos clubes ingleses y franceses, claramente reflejada en las boisseries de sus paredes, vestidas del verde corporativo de la entidad. Un verde que ahora deja de ser inglés y se adapta a los tiempos, volviéndose más luminoso. Gracias, sobre todo, a una estudiada iluminación que pone en contraste lámparas de latón, pantallas lacadas, linestras indirectas, brillantes Led’s…

Y es que el hecho de estar situado en un sótano obligaba a tratar la iluminación como pilar del proyecto. El techo, una lona tensada, se convierte en una brillante superficie blanca que “eleva” la sensación de altura. Los brillos y la luz también son multiplicados por las paredes cubiertas de un mosaico de espejos biselados que combinan varios acabados.

El nuevo restaurante también es un ejercicio de aprovechamiento. Así, se han aprovechado las medidas de las mesas y los espacios. También se han recuperado las sillas de rejilla, que ahora lucen impecables tapizados y fundas de lino gris piedra, acorde con el tono general del local.

La madera, el hierro y el lino conviven con cálidos suelos enmoquetados que, en sus diferentes ambientes, alternan lisos y originales estampados en pata de gallo.

El resultado define una atmósfera confortable y ligera, polivalente y atractiva. En solo cuatro meses, los dos estudios de decoración han fusionado ideas para cuidar hasta el más mínimo detalle. El objetivo de sentirse “como en casa”, pero en una más confortable y contemporánea parece cumplido. Del resto de sensaciones se ocupa la cocina, dirigida por el chef Philippe Leblay, con una esmerada selección de platos tradicionales franceses y catalanes.

Más sobre los interioristas:

Pilar Libano es una decoradora con una larga trayectoria que sabe escapar de las modas. Suyos son proyectos como el bar Velódromo y los restaurantes el Salero o Carmelitas (Barcelona), la tienda Antonio Miró (Bilbao), las tiendas Outpost y Lidia Delgado (Barcelona), el interiorismo de todas las sedes de Nespresso, y los hoteles Miró en Bilbao, y Amister y The Urban Suites (en Barcelona).

Alfons Tost (Tortosa, 1966) estudió en Eina y cursó diseño industrial con Ramon Benedito. En 1994 funda Tost,empresa polifacética dedicada al interiorismo y a la producción de muebles de hierro. En 2008 creó el estudio Alfons Tost Interiorisme, desde donde ha firmado creaciones tan emblemáticas del panorama gastronómico español como Espai Sucre Restaurant i Escola Espai Sucre, Restaurante Santa y Restaurante Santamaría, Montvinic, Fastvinic, Comerç 24 (Barcelona), y AQ en Tarragona, entre muchos otros proyectos.

Puedes ver otros proyectos de Alfons Tost en diarioDESIGN aquí.