Casa low-cost de H Arquitectes en Gualba: un ejercicio de ingenio para optimizar los recursos.
Destaca su fachada de ladrillo perforado a la vista y la comunicación exterior-interior en los tres muros de esta casa de 127 m2 y una sola planta. La superposición de los ladrillos en las esquinas exteriores es prácticamente el único adorno.
El proyecto, que formaba parte de una promoción urbanística de suelo protegido, contemplaba en su inicio una estructura tradicional (tres habitaciones, garaje, estudio, etc.). Pero las demandas personales del cliente y el presupuesto final condujeron a una sola planta, una distribución singular y la optimización de los recursos para no incurrir en costes innecesarios.
La distribución final está compuesta por tres dormitorios, una cocina-comedor, un salón y un estudio (tres de los espacios miden entre 8 y 10 m2, y los otros tres entre 15 y 18 m2) más un baño, todos comunicados con el exterior (excepto el baño). Como consecuencia, en el centro de la casa queda un espacio a modo de pasillo también en forma de triángulo.
Al tratarse de una casa de una sola planta los muros exteriores actúan como estructura, si bien en el interior también hay muros de carga. Dentro las paredes de ladrillos se han pintado de color blanco y las instalaciones eléctricas se han dejado a la vista.
El solar se ha nivelado con un sistema de muros de tierra armada. Además, con las mismas barras de acero corrugado se ha hecho una valla “que servirá de apoyo para la vegetación”.
Por otra parte, puesto que la calle está situada en una cota más elevada que el terreno, la cubierta de la casa se convierte en una “cuarta fachada” desde la distancia.