Casa FOBE en Marrakech, en perfecta fusión con el desierto y el paisaje del Atlas.
El objetivo primordial de la casa era establecer un diálogo con la tierra, la vegetación y el Atlas en el horizonte. Siendo una casa pequeña, de 170 m2 en un campo de 2,5 hectáreas, se ha creado un equilibrio dinámico por la diferencia de escala, y se ha jugado con luces y sombras para realzar y fortalecer los volúmenes.
Esta casa, que destaca por su perfecta proporción en todas sus líneas, ocupa visualmente todo el terreno al que pertenece.
Con sus altos volúmenes, divisiones internas fluidas, juego de luces y sombras en los alrededores, esta casa fluye en el paisaje y se funde con él, entre olivos, palmeras, eucaliptos, mimosas y árboles frutales.
Unas geometrías preciosas!