22 años después, el restaurante Tragaluz renace en Barcelona.
Redecorado por Sandra Tarruella Interioristas sobre un diseño interior original de Pepe Cortés, se ha querido mantener y respetar el concepto del proyecto original: un edificio de l’Eixample barcelonés coronado con una cubierta de cristal corredera, origen de su nombre.
En la planta baja con acceso desde la calle, un recién estrenado restaurante japonés y una ostrería dejan ahora descubrir toda la profundidad del edificio. El espacio está distribuido por barras de distintos materiales, techos tipo tatami, paredes de tejas de madera y mobiliario variado. La barra de ostras, TragaFishhh, está a cargo de Luis de Buen, y complementa la oferta gastronómica nipona.
El principal trabajo del los interioristas ha sido dinamizar y dar un aire más fresco al restaurante, situando en la primera planta al espacio protagonista: la cocina vista con sus muebles de mármol, madera y acero, que se convierte en el acceso de paso al comedor. Como explican Rosa y Tomás, los propietarios, “esto era importante para nosotros porque nos gusta involucrar al cliente en la actividad de la cocina, para que pueda ver el producto y cómo trabajan los cocineros”.
En el espacio principal, cubierto por el tragaluz de cristal, conviven algunas piezas del mobiliario original con nuevas sillas de cuero y nogal.
La planta segunda se ha trasformado, aprovechando la chimenea existente, en un espacio relajado para disfrutar tranquilamente de una copa. Un banco corrido de terciopelo y algunas butacas de cuero junto a mesas bajitas de nogal amueblan el espacio.
Y en la pared de la escalera están colgados todos los bocetos realizados por Mariscal para el diseño de la nueva imagen gráfica.
Un ascensor, incluido en esta reforma, permite ahora facilitar el acceso a las tres plantas.
Oferta gastronómica
En la carta del Tragaluz se pueden encontrar las mismas recetas de siempre pero realizadas con una técnica más moderna, con ingredientes más ligeros. La cocina está dirigida por Joan Ferré, jefe de cocina del Grupo Tragaluz, y el chef es Gerard Prat, que vuelve al restaurante tras seis años en el Negro, también del mismo Grupo.