Oficinas del estudio de arquitectura Selgascano en Madrid.
Los arquitectos querían poder “trabajar bajo los árboles”, y para ello han diseñado su despacho creando un espectacular pabellón en medio de un bosque cercano a Madrid. De formas sencillas, pero de compleja construcción, el espacio está semisoterrado y permite una vista horizontal de la parcela consiguiendo una integración total con la naturaleza que lo envuelve.
Para evitar los rayos directos del sol sobre la zona de trabajo, pero a la vez dotar al reducido espacio de claridad, la fachada norte se ha construido de plexiglás transparente a modo de gran ventanal que recorre longitudinalmente todo el estudio. Por el contrario, la fachada sur es aislante de fibra de vidrio y poliéster, material opaco que ofrece sombra en la zona de las mesas. Una estructura metálica que sujeta ambas fachadas queda a la vista en la zona transparente y puede entreverse en la zona opaca. La parte enterrada está hecha de hormigón encofrado con tablón de madera y para conseguir la ventilación adecuada, se ha dotado al espacio de un mecanismo para tal propósito en uno de los extremos del edificio túnel.