La Pr1mera: un soplo del Cantábrico en Madrid por Tarruella Trenchs.
El nuevo establecimiento – que como dice su nombre se ubica en la primera planta del emblemático Edificio Grassy, en el número 1 de la calle Gran Vía – es el cuarto espacio gastronómico de los empresarios cántabros Paco Quirós y Carlos Crespo, dueños del restaurante Cañadío en Santander, y de La Maruca y La Bien Aparecida en la capital.
Tarruella Trenchs Studio se ha servido de la estudiada presencia de la vegetación, del intenso color verde/azulado con el que se han pintado paredes y techos… para que la imaginación vuele a los paisajes, gastronomías y playas de Santander más genuinos.
Con 350 m2 y una capacidad para 100 personas, La Pr1mera se encuentra en un espacio que anteriormente ya había sido destinado a la restauración. El café Sicilia Molinero, Gula Gula y el Restaurante Atalanta se ubicaron en este mismo emplazamiento. En el transcurso de los años las distintas reformas habían ido desnudando la parte más ornamental del espacio interior evolucionando hacia un estilo más contemporáneo.
La intervención ha sido por tanto a nivel epidérmico vistiendo de nuevo el espacio existente acorde al emblemático edificio donde se ubica. Se ha tratado de crear un espacio acogedor y elegante pero con un enfoque más desenfadado y actual acorde al tipo de oferta que el cliente quiere dar; abarcando desde desayunos hasta copas después de la cena.
El proyecto es una revisión histórica y respetuosa utilizando de nuevo ciertos elementos que remiten a las actuaciones iniciales. Se han introducido elementos arquitectónicos como los falsos techos con molduras perimetrales iluminadas y columnas redondas. Se ha respetado la fachada, la escalera de acceso, los pavimentos de piedra con dibujo y las carpinterías de madera.
Se han añadido tres grandes elementos de madera para aportar la calidez que el espacio precisaba. Se trata del revestimiento de madera que acompaña el recorrido de la escalera, la barra del bar y el pavimento y banco de la glorieta.
La redistribución del restaurante se ha basado en crear una zonificación con múltiples posibilidades para disfrutar del espacio.
La barra central da la bienvenida una vez se ha ascendido la escalera y dinamiza todo el espacio alrededor. Ésta, de estética revisada utilizando cuero, madera noble y piedras blancas y negras, se adapta y se transforma dando servicio desde primera hora con los desayunos hasta las copas de la noche. El fondo de la barra es una estantería de exposición de vinos y licores que deja entrever el bullicio de la cocina, protagonista principal del restaurante.
En el espacio en forma de cuña y contiguo a la barra se han creado dos comedores muy similares delimitados en el centro por vegetación frondosa y bancos tapizados. Se han manteniendo los bancos existentes de madera contra fachada y se ha completado los salones con mesas centrales.
Finalmente, en la zona de la glorieta, un salón rodeado de ventanas se ha potenciado la idea de sala de estar introduciendo un suelo de madera, el confort de una chimenea, mobiliario bajo, tapizados y un banco perimetral que refuerza la planta circular y el recogimiento.
En relación al color, los tonos verde / azulado intenso con los que se han pintado paredes y techos aportan frescura durante el día pero con la oscuridad ayuda a crear un ambiente nocturno muy íntimo. La iluminación teatral focalizada en mesas y también en la vegetación aporta recogimiento y protección delimitando espacios sin necesidad de utilizar elementos físicos.
En el suelo, las grandes alfombras geométricas de lana de tonos caquis amarillos y blancos aportan confort, prestancia y ayuda a vestir el espacio.
El mobiliario, en gran parte aprovechado y de formas muy puras y sencillas se ha retapizado, se incorporan maderas oscuras tintando el roble existente, jugamos con tonalidades cromáticas azuladas, cueros marrones y madera oscura que aportan un ambiente sobrio elegante sin perder la frescura que precisa un local que debe invitar tanto al público de primera hora de la mañana como el de la noche.
La intervención en los baños sigue el mismo planteamiento que el resto del local, se ha realizado una intervención muy epidérmica actuando en los elementos existentes. Se ha buscado un papel de pared con motivos vegetales, se han reaprovechado elementos de iluminación y se ha introducido materiales cálidos como la madera y el latón en las mamparas divisorias.
Fotografías: © Salva López