Transformar un pequeño campo de fútbol en un atelier con mucho arte.
La interiorista de Barcelona ha creado así un espacio mágico, un lienzo en blanco, donde dar rienda suelta a la imaginación y a la creación de arte. Al fin y al cabo, es éste un lugar «creado para crear», explica.
La que fue una atmósfera futbolera se ha convertido ahora a la funcionalidad, inventando un espacio inspirador en el que la luz natural es la premisa básica.
Y para conseguir esa luz tan necesaria a la hora de pintar, se ha creado una estructura totalmente acristalada, que se soporta por una carpintería de acero negro Jansen, muy ligera, que además le aporta una personalidad casi única. Los cristales constan además de altos filtros solares.
Paredes y techo permiten así que la luz natural inunde el interior del estudio, graduando si hace falta mediante screens enrollables. Además, estos muros acristalados dejan ver una exuberante vegetación que lo convierte en la original «cara B» de un invernadero, integrándose también perfectamente en su entorno.
Para unificar el interiorismo, se ha recubierto de un manto de microcemento en color claro, que permite introducir todo tipo de piezas dispares y coloridas sin intoxicar la visión del conjunto.
El mobiliario de estilo industrial y recuperado combina principalmente madera y hierro, creando piezas totalmente a medida para cubrir las necesidades de la artista. Este trabajo de selección y diseño se llevó a cabo codo a codo entre Barrio, la futura usuaria del atelier y el maestro artesano y carpintero Sam Quiles de Mercantic.
El orden es fundamental en el espacio, y la versatilidad. Entre los elementos escogidos y/o creados están: mesas móviles con espacio para almacenaje, cuadros, cajas, pinceles, y todo tipo de cachivaches. Algunos de los muebles además han servido como soporte para su personalización por parte de la artista, como puertas del mueble que esconde las potentes máquina de aire acondicionado, que ahora son grandes collages.
La terraza exterior es otra de las partes más atractivas del atelier, un espacio del que disfrutar con el buen tiempo y del que absorber la máxima inspiración. También en microcemento, juega con volúmenes de distintos tamaños para integrar mobiliario como el de la barra y la barbacoa, las jardineras y el huerto urbano, las diferentes bancadas y hasta el espacio chill out para los momentos de relajación.
Entre los tonos neutros de la terraza, destaca una espectacular ducha a la que se ha querido dar protagonismo mediante sus cerámicas manualmente esmaltadas de color azul cobalto.
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Fotografías: María Pujol