27 apartamentos cálidos, sostenibles y arraigados a la cultura local transforman un edificio abandonado en Tarragona
El estudio Nua Arquitectures ha rehabilitado y transformado esta casa que llevaba trece años abandonada para convertirla en un edificio de apartamentos. El reciclaje, la atención a lo local y una mirada al pasado han pautado un proyecto que propone un nuevo tipo de turismo en Salou, Tarragona.
Una gran casa
Como concepto inicial llama la atención que el estudio Nua Arquitectures ha concebido el conjunto de apartamentos como una gran casa, tanto a nivel estructural y arquitectónico, como espacial y experiencial. El estudio de Tarragona ha buscado esta unidad y cohesión a través de diversas intervenciones.
Han respetado y reforzado la fachada existente, por ejemplo, así como la estructura de muros, las paredes y los forjados, manteniendo la consistencia. Asimismo, han dotado al edificio de una nueva piel térmica que le permite funcionar aisladamente, de forma unitaria.
Por otro lado, se ha conseguido una identidad propia para el edificio redibujando las geometrías de las fachadas, abriendo nuevos huecos y con un uso de la cerámica que lo distingue y lo integra en el paisaje urbano.
En la misma línea, a modo de porche y conexión con el entorno, se ha abierto totalmente al exterior el volumen de planta baja, dando lugar a la recepción, al restaurante y a unas amplias terrazas para los apartamentos de la primera planta. También se ha generado un jardín comunitario de esencia mediterránea, que aísla estos apartamentos en Salou como si fuera un oasis.
Apartamentos cálidos y acogedores
Como novedad en la estructura, se ha generado una segunda escalera y dos ascensores que propician un tráfico circular en la gran casa. Gracias a esta nueva disposición los apartamentos quedan situados en la fachada, abiertos al exterior, de manera que todos ellos disfrutan de dobles orientaciones, permitiendo la ventilación cruzada.
Son espacios que cuentan con un espacio para cocinar y comer, un espacio para descansar, y un espacio para asearse. Así, funcionan como espacios que se pueden utilizar durante todo el año y no sólo como alojamiento puntual en vacaciones.
Transformar, reciclar y recordar
La reutilización de la arquitectura, versus un hipotético derribo, ha permitido un 60% de ahorro energético además de un significativo ajuste del presupuesto.
En cuanto a los materiales en los acabados, también se ha hecho un uso contenido. Se emplea un único material, la cerámica, y un sólo formato, la rasilla tradicional. De la misma manera, una sola pieza de origen local resuelve todas las necesidades: revestimientos, fachada y pavimentos. La baldosa en acabado natural viene de Calaf y la esmaltada en verde de Girona. Esta última, además permite conectar con la historia del lugar y las casas novecentistas de veraneo en Salou.
Arraigada a la tradición arquitectónica del lugar, estos apartamentos en Salou plantean una propuesta alternativa al turismo de masas, volviendo la mirada atrás para observar las identidad de los primeros veraneantes y las residencias de principios de siglo XX.
Fotografía: José Hevia