El arte de la cerámica que evoca los antiguos tejados de las aldeas gallegas
La cerámica natural de Gres de Aragón, empleada por el arquitecto local Rodrigo Currás, consigue simular la cubierta de los tejados de las aldeas de la zona en la que se ha llevado a cabo el proyecto (Guisande, A Coruña).
La cerámica como protagonista
La vivienda unifamiliar moldeada por el gallego Rodrigo Currás Torres ha conseguido mimetizarse con las de antaño. Con un techo revestido por un gres extruido de Gres Aragón, la cubierta ondulada simula el imaginario de la techumbre del hogar típico de esta pequeña aldea situada en la Costa de la Muerte gallega.
Esta obra de Currás se organiza en varios espacios yuxtapuestos que conforman una atmosfera entrelazada por un forro cerámico que aporta separación, jerarquización y belleza a la residencia de Guisande. De esta forma, la esencia de los materiales utilizados para el tejado se transmite como mensaje unívoco y conciso al resto de la morada.
Así, los recintos del interior quedan resueltos mediante la superposición de ambientes, de tal manera que encontramos la zona de día, mediante la cual se accede a la vivienda para llegar a la zona de noche, destinada a dormitorios, en la parte más íntima de todo su perímetro.
Un tejado como antaño
La parte más alta de la casa, todo ello cerámico, dibuja diferentes curvas que recuerdan al oleaje del mar, del cual se encuentra a poco más de veinte kilómetros. De forma fragmentada, la vivienda presenta un volumen matriz prismático con una planta baja rectangular perforada y rodeada por patios que garantizan la entrada de luz natural.
Sin embargo, el principal objetivo de Rodrigo Currás en el desarrollo del techo era el de recordar a los tejados de las pequeñas aldeas tradicionales en la zona. Por ello, el uso de materiales como la tierra natural, con una tonalidad afín a la estética de antaño, fue un recurso muy empleado para el desarrollo final del proyecto.
Tierra de meigas
La cerámica sencilla y atemporal traza un pavimiento en formato cuadrado 20×20 centímetros que se adapta a la cubierta y mimetiza las curvas y el paisaje. Además, las celosías toman también un protagonismo importante en la casa coruñesa, ya que permiten las transiciones entre el interior y el exterior. De esta manera, se homogenizan las fronteras entre los espacios privados y públicos del hogar.
El proyecto de Rodrigo Currás Torres se encuentra en Guisande, situada en la conocida Costa de la Muerte, bella y natural. El arquitecto gallego se formó en la Escola Superior Artística do Porto (Portugal) y en la Universidad Tecnológica de Helsinki (Finlandia). Currás cuenta con un estudio propio en Moaña desde 2005 y su obra construida ha recibido diferentes premios.
