Tecnología y vivienda sostenible: los dos pilares de la expansión nacional de Room2030
Sergio Baragaño, fundador de la empresa asturiana dedicada a la construcción industrializada, se acerca a los cinco años de vida en la difusión de un modelo responsable con el medioambiente que difunde “una tecnología que humaniza”.
Tras la semilla de un consorcio
Desde el corazón de Asturias, en la ciudad de Avilés, Sergio Baragaño divulga los principales cimientos de la construcción industrializada por todo el territorio nacional. Con los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), marcados por la Asamblea General de las Nacionales Unidas, como bandera, la firma busca crear hábitats sostenibles y saludables que integren las últimas tendencias tecnológicas en la voluntad humana de sus clientes. Su nombre lo dice todo: 2030, el año fijado por la organización internacional para materializar todas esas propuestas.
Room2030 nació en 2018 como un consorcio de innovación en el que grandes multinacionales del sector se emplearon en unir tecnología y vivienda en una misma ecuación. Fue en esa época cuando surgió la semilla de Bhome, un sistema modular en acero para viviendas y oficinas que llevaría el sello de Baragaño.
Dos años más tarde, este arquitecto de formación lanzó una start up con el mismo nombre: con algunos de los principales colaboradores del consorcio actuando como accionistas, su protagonista dotó al proyecto de un enfoque empresarial y se lanzó al mercado para comercializar los proyectos que desarrollaba entre bocetos y borradores.
El consorcio, liderado por Arcelor Mittal y formado por Ecus, Finsa, Geopannel, Normagrup, Roca, Saint Gobain y Schneider, fue el embrión de esta empresa de construcción.. El paso a la estructura empresarial consiguió materializarse tras la presentación, en el Centro de Arte Niemeyer de Avilés, del primer piloto de habitación del futuro. A partir de ese momento, la empresa no ha dejado de asentarse en el Principado de Asturias, posicionándose en Madrid y “empezando a hacer proyectos en Francia, Italia y, sobre todo, Portugal”, según recoge Baragaño.
Tres meses de proyecto
Actualmente, la compañía está enfocada en crear un “modelo de fábricas híbridas que busque construir en pequeños centros cercanos a cliente final y a mercados objetivo”, aunque hoy en día sólo cuenta con el espacio de Avilés. Desde allí, consigue entregar viviendas de 200 metros cuadrados, con un equipo de poco más de diez personas, en menos de doce semanas.
Sostenibilidad, digitalización y salud son los tres pilares de su política sostenible, un tridente que desglosa el nombre con el que la empresa se da conocer dentro del sector. Tras esta etiqueta, defiende una idea que “no usa agua, genera pocos residuos y compensa la huella de carbono de las pocas emisiones que hacemos en nuestros módulos”, según destaca Baragaño. El fundador de la firma aprovecha esta descripción para ensalzar los beneficios de la construcción industrializada respecto a los modelos tradicionales.
Usando constantemente el paralelismo con la industria automovilística, Baragaño subraya que aunque la empresa trabaja con modelos prestablecidos que reducen los periodos de construcción, “partimos de una industrialización abierta en la que el cliente personaliza los proyectos añadiendo los complementos que él decida”. Con esta actitud, consiguen diluir la posible estandarización que promueve una estructura tecnológica y presentar propuestas singulares moldeadas a la voluntad concreta del usuario final.
Tecnología y sostenibilidad, dos esferas que no dejan de mirar al mañana y que Room2030 consigue hacer aterrizar tras el diálogo presente con cada uno de sus clientes. Un discurso que pretende realzar el sector de la construcción en España. En Avilés, por el momento, lo están consiguiendo.