Arte contemporáneo en un antiguo palacio barroco: así es el nuevo Centro Cultural Hortensia Herrero
El estudio valenciano Erre Arquitectura ha rehabilitado un palacio del siglo XVII para transformarlo en un museo con más de 3.500 metros cuadrados de superficie expositiva.
La arquitectura como medio para actualizar el patrimonio histórico
El patrimonio arquitectónico constituye la memoria construida de una ciudad. Por ello, nadie pone en duda que estos bienes heredados deben ser preservados. El problema surge cuando vence su ciclo de vida útil y muchos de ellos quedan condenados al ostracismo urbano. En este contexto, la (buena) arquitectura puede transformar estos edificios respetando su historia para darles un nuevo uso y así incorporarlos al día a día de la ciudad.
Este fue el reto al que tuvo que enfrentarse el estudio valenciano Erre Arquitectura en uno de sus últimos proyectos. El encargo consistía en transformar el antiguo Palacio Valeriola, una reliquia de estilo barroco construida en el siglo XVII que se encontraba en desuso, en un museo de arte contemporáneo para albergar la colección de la mecenas Hortensia Herrero.
Un recorrido continuo a través de 4 niveles y 2 volúmenes
El equipo de Erre Arquitectura ha trabajado durante cinco años con restauradores, arqueólogos y artesanos para llevar a cabo el proyecto de rehabilitación del antiguo palacio y transformarlo en el nuevo Centro Cultural Hortensia Herrero. Un total de 3.500 metros cuadrados dedicados a alojar obras de artistas como Andreas Gursky, Anselm Kiefer, Georg Baselitz, Anish Kapoor o Mat Collishaw.
Formalmente, el proyecto se organiza en cuatro niveles distribuidos alrededor de tres volúmenes unidos y un jardín central. El primero es el propio Palacio Valeriola, que mantiene su configuración inicial. El segundo es un edificio existente de la calle San Cristóbal del que se ha mantenido únicamente la fachada, y el tercero es un volumen de nueva creación que sirve de pasarela entre los dos anteriores.
El recorrido interior que transita entre estos tres edificios es un elemento clave para entender el proyecto. Se ha planteado una concatenación continua de espacios para ofrecer una experiencia museística coherente para el visitante. El recorrido empieza en el antiguo Palacio Valeriola ascendiendo hasta el volumen de conexión, que traslada al usuario al segundo volumen, para que descienda de nuevo hasta la planta baja.
La escalera de piedra tallada y el mirador, dos joyas conservadas.
De entre todos los elementos patrimoniales que el nuevo Centro Cultural Hortensia Herrero ha conservado destacan dos. La magnífica escalera de piedra tallada que recibe en el acceso y el espacio mirador con cubierta inclinada y vigas de madera. Una experiencia que aúna tradición y vanguardia en el centro de Valencia.
Fotografía: David Zarzoso