Blanco roto y madera de roble en la vivienda de Borrós
La carta de presentación del proyecto ubicado en Manresa (Barcelona) se desglosa desde la armonía y la quietud de una atmósfera que busca ser equilibrada y relajante, etiquetándose bajo el más puro estilo slow deco.
Un remanso de paz en Manresa
En el nuevo proyecto residencial de Borrós Interiorisme en Manresa (Barcelona) se respira un aire diferente. La distribución armónica de todos sus elementos busca conectar con una vivienda equilibrada y relajante, expresada a través del blanco roto y la madera de roble. El objetivo primigenio de la reforma del piso buscaba desarrollar una nueva distribución para unificar la zona de día, formada por cocina, comedor y salón.
Para materializar esta propuesta, el estudio ha eliminado un dormitorio y ha integrado bajo una misma dimensión el recibidor y los pasillos, con lo que se ha conseguido ganar espacio de almacenaje y construir un gran vestidor. Con esta reconfiguración, la luz natural consigue adentrarse entre todos los rincones de la casa, circunstancia que permite reforzar el binomio cromático configurado a través del blanco y la madera de roble.
Marc Borrós, interiorista y arquitecto técnico del estudio, ha añadido que “hemos jugado con la calidez de la madera de roble natural y la hemos ensalzado con un único tono de blanco roto monocolor, tanto en el mobiliario a medida como en las paredes”. El máximo protagonista del proyecto ha agregado que “la sensación de profundidad y de detalle la hemos generado con distintas texturas, además de un único cambio de tono en una pared clave entre cocina y recibidor”.
Espacios atemporales
Gracias a dos grandes cortinas de lino, que han aportado calidez y tamizado la luz, los diferentes espacios que conforman la zona de día se han unido bajo un mismo hilo conductor, camuflando a su vez las ventanas de distintos tamaños y alturas. La calidez de la luz natural, protagonista indiscutible del piso, se ha reforzado con una iluminación indirecta regulable, complementada con distintas lámparas de diseño.
Otro de los ejes centrales del proyecto es el mobiliario, que ha sido diseñado y ejecutado por los artesanos de Borrós Interiorisme: la máxima que han seguido ha sido la de optimizar el almacenamiento necesario para hacer más cómodo el día a día. Donde mejor se adapta el mobiliario es en la cocina, que gracias a los distintos objetos que incorpora consigue enlazar a la perfección con el comedor y el salón. La pieza principal es una pequeña isla pensada para desayunos.
Borrós Interiorisme nació en 2014 con el impulso de Marc Borrós, que tras veinte años de experiencia en el sector del interiorismo y la ejecución de proyectos de interiores decidió relanzar su carrera en solitario. Con un equipo formado por seis personas, el estudio defiende una filosofía que “pasa por crear el espacio ideal para que cada cliente se sienta en su propia casa, espacios atemporales y adaptados a las necesidades específicas de cada proyecto”, según consta en su descripción.