LUFE: herencia del aserradero para crear el Ikea vasco en la Red
La empresa vasca está a las puertas de cumplir su primera década vendiendo muebles de madera en estado crudo y a precios accesibles. Ecológicos y funcionales, LUFE intenta implementar un sistema de venta de muebles a través de Internet con montaje sencillo y al alcance de todos.
Casi una década en el negocio de muebles online
Su historia se asemeja al mito del ave fénix. LUFE, la empresa vasca de muebles de madera de pino, se encuentra a las puertas de cumplir sus primeros diez años, pero sus orígenes se remontan a varias décadas atrás. Cuando en 2014 Enrique Arrillaga puso en marcha LUFE, el entorno económico y empresarial no era el más alentador. Proveniente de una familia con tradición de aserradero, embalaje y listonado, el negocio de los Arrillaga se declaró en quiebra en plena crisis y con una mala experiencia en la venta online de muebles.
Sin embargo, Arrillaga supo darle la vuelta y poner en marcha LUFE en 2014. “Crecí entre la madera, comencé a trabajar en la empresa familiar en los noventa, cuando aprendí sobre la madera de pino, un producto con muy poco valor añadido en este entonces”, confiesa Enrique Arrillaga a Diariodesign. Tras varios intentos de vender online desde 2005, una época nada fácil para entonces, el fundador de LUFE comenzó a diseñar las primeras piezas de lo que hoy es “el Ikea vasco”, como llaman a la empresa popularmente.
Todo empezó con una cama
Dentro de la empresa familiar, Arrillaga produjo las primeras camas que hoy son la base del negocio de LUFE. La idea era poder ofrecer muebles de buena calidad y a precio asequible, como las camas con un precio base de 60 euros. “Nos apoyamos en anteriores proveedores que ya nos conocían, estábamos embargados, por lo que la venta online nos facilitaba la forma de diseñar, producir y vender”, agrega Arrillaga.
Una cama doble y una litera dieron el impulso inicial de LUFE, que al poco tiempo comenzó a expandir su oferta de productos. “Eran productos simples para el ecommerce, el modelo nos daba liquidez y no tener que depender tanto de los impagos”, confiesa el fundador de LUFE. Actualmente, la compañía ofrece camas, mesas, muebles de almacenaje, infantiles y decoración, todo realizado en madera maciza de pino.
Arrillaga asegura que el boom de la compañía fue impulsado por un artículo publicado en el diario El País. Para ese entonces, LUFE facturaba 800.000 euros, mientras que, para este año, la empresa prevé alcanzar ventas por doce millones de euros.
Desde sus comienzos, LUFE ha centrado sus esfuerzos y recursos en publicidad online y en poner el foco en las personas. La compañía vasca tiene su sede en la localidad de Aizarnazabal (Guipúzcoa) y da empleo a 47 trabajadores.
La sostenibilidad como bandera
La fabricación propia y sin intermediarios se mantiene como otro de los focos principales de LUFE. La marca utiliza madera maciza de pino insignis, una de las especies autóctonas con más presencia en el monte vasco. La compañía cuece todo su negocio desde Aizarnazabal, donde diseña, produce y distribuye sus muebles.
“Desde que empezamos a fabricar muebles de diseño, solo hemos usado madera ecológica con certificado PEFC, plantaciones de rápido cultivo en las que cuando se corta un árbol, se planta otro”, aseguran desde LUFE. La compañía vasca también centra sus esfuerzos en reducir costes en todo el proceso de fabricación para que los muebles tengan el mejor precio posible.
La empresa intenta también facilitar la experiencia de compra online de un mueble. Desde que se realiza la transacción a través del ecommerce de LUFE, el comprador espera como máximo una semana para recibir su pedido. Los muebles llegan desmontados, con instrucciones en la misma página web de LUFE. Además, el cliente tiene la opción de adquirir barnices para darle diferentes acabados a las piezas.
Los planes de LUFE pasan por seguir creciendo su negocio de muebles de madera de pino maciza. La empresa, que en la actualidad obtiene el 24% de su facturación del extranjero, tiene previsto expandirse a nuevos territorios en 2024, entre los que baraja Reino Unido o Italia.