¿Un refugio mediterráneo dentro de la ciudad? Así es la casa creada por Trenchs Studio que nos traslada a las Baleares.
Este proyecto residencial en Madrid, reformado por Trenchs Studio, nace de la voluntad de crear una vivienda-refugio de estilo mediterráneo pero en una casa histórica en La Moraleja, obra de un discípulo de Niemeyer. Sus propietarios buscaban un hogar donde encontrar una conexión con la naturaleza.
Una casa con historia a las afueras de Madrid
Esta casa tiene una historia que contar, a través de la sensibilidad y buen gusto de sus nuevos propietarios, que fueron determinantes en la elección de una residencia muy singular. Se trata de una vivienda ubicada en La Moraleja, una urbanización a las afueras de Madrid, y diseñada en 1982 por el arquitecto egipcio Samir Youssef, discípulo de Oscar Niemeyer.
La casa tiene ciertas reminiscencias del estilo mediterráneo, cuya arquitectura admiran tanto los propietarios como los arquitectos de Trenchs Studio. Por este motivo se decidió conjuntamente que el proyecto reforzara los valores de la arquitectura balear, evocando una sensación de paz y bienestar.
Dos elementos arquitectónicos cautivadores
Ya desde la primera visita, Trenchs Studio quedó cautivado por dos elementos arquitectónicos: el primero es un gran porche orientado al sur, con cubierta inclinada y con 5 grandes arcos de medio punto que nacen desde el suelo. “Esta arquitectura nos enamoró e hizo que toda la intervención girara alrededor de esta imagen tan romántica” explica Ricard Trenchs. El uso de arcos es una constante en la arquitectura original de toda la vivienda y la reforma ha buscado potenciar esos rasgos de una manera muy respetuosa, abriendo la casa al jardín y permitiendo la entrada de luz natural.
La gran chimenea que preside el doble espacio del salón es la otra pieza clave que maravilló al equipo de Trenchs Studio. Este elemento escultórico, que articula la estancia, está formado por una doble curvatura y se convierte en la pieza angular de todo el proyecto. En base a su morfología se crea un juego espacial de otros dos volúmenes curvos, como la pasarela del doble espacio y la escalera que baja a la bodega.
Una atmósfera natural a base de materiales naturales y nobles
Los materiales naturales y nobles fueron la prioridad en el rediseño de este refugio mediterráneo. La intención era crear una atmósfera natural y envolvente mediante tonos cálidos y neutros. Pero de una manera muy sutil y que permitiera potenciar la arquitectura y los juegos de la luz natural.
La propuesta utiliza el mármol perlado en pavimentos de las áreas de día y, por el otro, la calidez de la tarima tarima natural de roble en el resto de estancias. Además, las paredes de todas las estancias se han revestido con estuco de cal, consiguiendo una naturalidad muy mediterránea. Los baños se han diseñado con piedra caliza de Campaspero, una elección de los propietarios porque ya los acompañaba en su residencia anterior. Esta piedra de tonos suaves y gran belleza armoniza perfectamente con el resto materiales elegidos. Junto la madera de roble europeo se han utilizado textiles naturales: yute, lino y algodón, presentes tanto en armarios como en alfombras, telas o cortinas.
Iconos del mobiliario del diseño y gusto por el arte
A diferencia de los materiales arquitectónicos más neutros, que evocan un ambiente más costero, las piezas de mobiliario y decoración han sido intencionadamente seleccionadas para provocar un contraste: se crea así una dualidad entre lo rústico y lo urbano.
En la casa hay lugar para grandes clásicos del diseño en mobiliario e iluminación combinados con muebles rústicos o de anticuarios. El arte también juega un papel muy importante en el desarrollo del proyecto. Los propietarios son unos grandes amantes del arte y se ha tenido especial cuidado en la elección de la ubicación de cada pieza; por ejemplo, la escultura Vertical dislocado en 3 tiempos de Rafael Barrios, que corona la perspectiva del salón principal aportando mucha fuerza y color. También destaca el cuadro Relief Man de Stephan Balkenhol, que rompe el ritmo de la librería principal, entre otras muchas obras que podemos encontrar en toda la residencia, un refugio mediterráneo en Alcobendas.
Fotografía: Manolo Yllera