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Arantza Álvarez
31 diciembre 2012

Cerramos el año con Oscar Niemeyer, el último de los grandes maestros de la arquitectura del siglo XX.

Queremos acabar el año con un homenaje al arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, fallecido el pasado 5 de diciembre, a pocos días de cumplir los 105 años de edad. Considerado como uno de los más brillantes componentes de la segunda generación de maestros del movimiento moderno, Oscar Niemeyer heredó y transformó las enseñanzas de arquitectos como Le Corbusier para abordar las realidades de la rápida modernización de su país, Brasil.

Discípulo del gran arquitecto y urbanista Lucio Costa, Brasilia será su gran legado, y para esta ciudad diseñará entre otros edificios la residencia del Presidente (Palácio da Alvorada); el Congreso Nacional (la Cámara de los Diputados y el Senado Federal); la Catedral de Brasilia; el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores; la sede del Tribunal Federal Supremo; los edificios de los ministerios, y la sede del gobierno, el Palacio del Planalto.

Congreso Nacional, Brasilia, Brasil, 1960. © Frank Camhi (Prizker Price)

Catedral de Brasilia, Brasilia, Brasil, 1970. © Frank Camhi (Prizker Price)

Estos proyectos representaron un importante punto de ruptura en el movimiento moderno imperante de la primera mitad del siglo XX, ya que Niemeyer contaminó los postulados racionalistas basados en la funcionalidad con elementos estéticos que encontraban en la curva su máxima expresión. Picasso, Arp, la herencia barroca de Brasil, los paisajes de este país y las curvas de sus mujeres, inspiraron las sensuales formas de su arquitectura.

Palacio da Alvorada Brasilia, Brasil, 1960. © Marcel Gautherot. Acervo Instituto Moreira Salles (Fundación Telefónica)

Congreso Nacional, Brasilia, Brasil, 1960. © Marcel Gautherot – Acervo Instituto Moreira Salles (Fundación Telefónica)

En 1964 durante un viaje a Israel conoce la noticia del golpe de estado militar acaecido en Brasil. Sus ideas políticas, pertenecía al Partido Comunista desde 1945, le empujan a exiliarse, y en 1967 se establece en París. A esta época pertenecen, entre otros, la sede de la Editorial Mondadori en Milán, Italia.

Sede del Partido Comunista Francés, Paris, Francia, 1965. © Michel Moch (Fundación Telefónica)

Después del final de la dictadura en los años ochenta, Niemeyer vuelve a Brasil. Él mismo define esta época como el inicio de la última fase de su vida. Su trabajo es reconocido con los premios Pritzker y Príncipe de Asturias. Sigue trabajando, y diseñando obras del interés y la calidad del Museo de Arte Contemporáneo de Niterói o el Museo Oscar Niemeyer.

Museo de Arte Contemporáneo de Niterói Brasil, 1996. © Frank Camhi (Prizker Price)

En nuestro país, en la ciudad asturiana de Avilés realiza su última obra: el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer del que ya os hemos hablado en diario DESIGN.

© José Luis Castro

En su autobiografía ‘Las curvas del tiempo’ (2000) el genial arquitecto confesó: “Traté de crear mi arquitectura con coraje e idealismo y la voluntad de hacer del mundo un lugar más justo en el que vivir”,

 

Dibujo de Oscar Niemeyer. Vista de su escritorio. Copacabana (Río de Janeiro, Brasil). Projeto Raízes do Memorial Niemeyer 90 Anos. Instituto Lina Bo e P.M. Bardi / Fundação Memorial da América Latina / Fundação Oscar Niemeyer ((Fundación Telefónica)

Diseño de Oscar Niemeyer. Bahía de Guanabara con MAC Niterói, Brasil. Acervo Fundação Oscar Niemeyer

 



 

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