¿Cómo serán los jardines del futuro? Esta exposición en el Vitra Design Museum tiene la respuesta.
No hablamos de paisajismo, sino de la inevitable unión entre arte, arquitectura y diseño, en aras de lograr la igualdad social, la biodiversidad y el futuro sostenible. Los jardines forman parte de nuestra vida cotidiana, tanto en la esfera privada como en la pública. Esta exposición, diseñada por los italianos Formafantasma, investiga y analiza la historia de los jardines y su futuro desde diferentes perspectivas culturales y sociales.
Jardines ideales, jardines del futuro
¿Qué ideas y visiones han determinado nuestro concepto actual de un jardín perfecto? Esta cuestión, ¿va asociada de forma indisoluble al deseo de tener una casa ideal? ¿Qué pueden aportar los jardines a un futuro que valga la pena vivir? La exposición «Garden Futures», que se podrá visitar en el Vitra Design Museum a partir del próximo 25 de marzo, tratará de responder a estas y otras preguntas, a la vez que ahonda sobre la historia y el futuro del jardín moderno.
Con un diseño expositivo a cargo del dúo Formafantasma (uno de sus integrantes, Simone Farresin, estuvo hace poco en Madrid Design Festival) se explica de forma no lineal, ni cronológica, la importancia de los jardines mediante numerosos ejemplos de los ámbitos del diseño, la cultura popular o el paisajismo: desde un sillón reclinable hasta una granja urbana vertical; desde los jardines comunitarios contemporáneos a los bosques verticales del arquitecto Stefano Boeri, sin olvidar los jardines de diseñadores y artistas como Roberto Burle Marx, Mien Ruys o Derek Jarman.
Los jardines son el reflejo de identidades, sueños y visiones, tienen un profundo arraigo cultural y son la expresión de nuestra relación con la naturaleza. Más allá de las connotaciones «románticas», se han convertido en lugares de vanguardia y actúan como campo de experimentación para la igualdad social, la biodiversidad y el futuro sostenible.
El jardín: un espacio entre la fantasía y la vida cotidiana
El jardín siempre ha sido un espacio en el que cobra forma la esperanza de un futuro mejor. Allá donde el hombre cerca una parte de la naturaleza para crear un jardín, también se refleja su propia relación con el mundo vegetal. En ocasiones, incluso es reflejo de sociedades y épocas enteras. Esto queda ilustrado al inicio de la exposición con variados ejemplos de arte y arquitectura presentados en una instalación mediática, con obras de Hans Thomas, Georg Gerster, Athanasius Kircher, Barbara Stauffacher-Solomon, Gabriel Guevrekian, Alvar Aalto, Thomas Church, Vita Sackville-West, Luis Barragán y otros. El jardín se muestra aquí como un lugar que da alas a nuestra vida cotidiana y también a nuestra fantasía. No sólo tiene un significado práctico, sino que en muchas ocasiones también es un espacio con implicaciones profundamente simbólicas, filosóficas o religiosas.
La historia de los jardines es también la historia de la humanidad
Incluso el jardín más íntimo nunca es sólo un refugio personal, es, además, un testigo de la evolución social e histórica, de los intereses políticos y económicos y de los sistemas de valores culturales. Este es el tema de la segunda parte de la exposición. Por ejemplo, muchos de los arbustos que hoy se encuentran en los jardines occidentales tienen su origen en el colonialismo. El transporte de plantas vivas a través del mundo entero fue posible gracias a la llamada ‘caja de Ward’, que cambió el comercio de plantas y el jardín privado, fomentó el intercambio mundial de cultivos importantes como el té o el caucho en interés de las potencias coloniales y está estrechamente relacionado con la propagación de especies invasoras.
También en el siglo XIX surgieron numerosos conceptos urbanistas que pretendían combinar ciudad y jardín. En 1898, por ejemplo, el reformador social británico Ebenezer Howard esbozó la idea de la ciudad jardín, gracias a la cual los sectores más pobres de la población podrían auto abastecerse. A su vez, el movimiento de las «guerrillas verdes» iniciado por Liz Christy en Nueva York reivindicó el huerto urbano como espacio de justicia social y participación ciudadana. Este movimiento se proclamó en la década de 1970, pero las mismas cuestiones siguen debatiéndose hoy en día: ¿Quién tiene derecho a un jardín, para qué sirve y cómo puede integrarse en un entorno urbano?
El diseño de un jardín, un acto de reflexión
En la tercera parte de la exposición, nueve diseñadores de jardines pioneros ilustran lo diferentes que pueden ser las respuestas a esta pregunta. El arquitecto paisajista brasileño Roberto Burle Marx (1909-1994) diseñó jardines lo más cercanos posible a la naturaleza utilizando plantas autóctonas; las composiciones vegetales del arquitecto de jardines Piet Oudolf resultan atractivas no sólo cuando están en flor, y la escritora y jardinera Jamaica Kincaid toma su jardín como punto de partida para su examen de la historia colonial, el desplazamiento forzado y la apropiación cultural.
En vista de su propia muerte, el artista y cineasta Derek Jarman (1942-1994) creó una floreciente obra de arte de jardinería donde casi nadie lo hubiera creído posible: en la inhóspita grava de la costa sur de Inglaterra, junto a una central nuclear. El arquitecto paisajista malayo Ng Sek San ayudó a fundar un jardín comunitario en Kuala Lumpur, que actúa aquí como ejemplo de las numerosas iniciativas ciudadanas en las megaciudades y metrópolis del mundo.
Todos estos ejemplos demuestran que los jardines son la vía de expresión artística y creativa de sus creadores; de una forma fascinante y diversa, y que debería prestárseles más atención como disciplina de diseño independiente en la interfaz entre el arte, la arquitectura y el diseño.
¿Seguirán existiendo jardines en el futuro?
La última parte de la exposición examina los proyectos actuales que abordan el futuro del jardín. En una época de crisis climática, injusticia social, biodiversidad amenazada y aislamiento social, el jardín se convierte en un lugar para visiones innovadoras del futuro.
En este contexto, el jardín adquiere protagonismo como lugar de curación, espiritualidad o aprendizaje. La «pradera» textil transitable de la artista argentina Alexandra Kehayoglou, creada especialmente para la exposición, sensibiliza sobre la dramática amenaza que supone el cambio climático para el paisaje. El modo en que esta conciencia puede trasladarse a las ciudades, edificios, escuelas y otros ámbitos queda ilustrado por los actuales proyectos de jardinería. Sin duda, tenemos la tarea de entender que nuestro planeta es como un jardín que hemos de cuidar de forma responsable. La belleza y nuestra supervivencia están en juego.
‘Garden Futures. Designing with Nature‘. Del 25 de marzo de 2023 al 3 de octubre de 2023. Vitra Design Museum (Weil am Rhein, Alemania).