¿Cómo reformar una casa heredada y adaptarla a nuestros gustos y necesidades?
La arquitecta Laura Ortín firma esta reforma integral en el centro de Murcia. Jugando con las palabras Paisaje + Pasaje = Pa(i)saje, deconstruye el paisaje para introducirlo en un espacio doméstico. Casa Pa(i)saje es el lugar donde salen a la luz los deseos y necesidades de los propietarios al decidir reformar esta casa heredada. Estas son sus dudas a la hora de emprender este proyecto y de cómo un buen planteamiento arquitectónico les ayudó a mirar al futuro.
La controversia de las casas heredadas. ¿Reforma sí o no?
«Cuando los propietarios nos encargaron el proyecto, lo primero que me planteé fue hacer una entrevista personal para conocer sus deseos», cuenta la arquitecta Laura Ortín, que destaca la controversia que suele acompañar a las reformas de casas heredadas. Y es que son muchos los recuerdos que afloran al enfrentarse a una reforma y que hacen a los propietarios dudar en si es mejor mantener las cosas como estaban y conformarse con imaginar una nueva forma de habitar su casa.
«Gaston Bachelard decía que ‘la casa, más que un cuerpo de vivienda, es un cuerpo de sueño’, y es por ello que no somos cien por cien libres a la hora de tomar decisiones de cambio«, cuenta Laura. «Siempre quedan en la memoria emociones que marcan esas decisiones. Nuestro trabajo es conseguir el equilibrio perfecto entre deseo, bienestar emocional y físico«. Es decir, reforma sí, pero para poder llevarla a cabo es importantísimo mantener una comunicación fluida con el arquitecto en todo momento y hacerle saber a qué no estamos dispuestos a renunciar.
¿Puede un espacio doméstico ser paisaje?
Jugando con las palabras Paisaje + Pasaje = Pa(i)saje, esta reforma integral en Murcia deconstruye el paisaje para introducirlo en un espacio doméstico. Un macro concepto que sirve a la arquitecta para llevar a cabo una serie de acciones que generan una domesticidad cómoda, funcional, equipada y caracterizada. Ejemplos tan diversos como los paisajes descontextualizados de Olafur Eliasson o las casas tradicionales mediterráneas con sus pórticos, le han servido de referencia.
Una zona de día abierta y continua
Con esta premisa como punto de partida, la zona delantera se ha descompartimentado para generar una zona de día abierta y continua. Alberga una galería que permite generar un nuevo balcón previamente inexistente, y suma dos espacios de estudio singulares, siempre manteniendo la amplitud y linealidad del espacio de vida.
Diseñada a medida, la celosía perforada mejora la acústica, protege del duro sol de poniente creando un espacio «colchón» con doble uso. La doble circulación permite recorrer la casa sin la necesidad de incorporar largos pasillos y la zona de noche se compartimenta para dar privacidad.
La cocina como corazón de la casa
La cocina, que originalmente estaba relegada a la trasera de la vivienda, ocupa ahora el corazón de la vivienda. «Nuestros clientes disfrutan cocinando y querían que estuviera en un lugar más integrado con el resto del espacio», explica Ortín. La solución, un frontal en un muro y una península adosada a una columna enfrente, para aprovechar la luz y comunicar las zonas comunes por los dos extremos.
Materiales reales, materiales vivos
Para lograr crear una naturaleza sin artificios, todos los materiales, como la madera de pino del mobiliario y el terrazo del suelo son naturales. Con una fuerte expresividad, el suelo de piedra está hecho a base de mármoles reciclados pulidos que aportan una pisada fresca y agradable.
En el dormitorio, más madera. Armarios y suelos comparten material pero distintas texturas debido a las vetas. Para romper la monotonía, blanco nuclear en paredes, un cabecero circular y un baño en tonos beiges que hacen de la comodidad virtud y de la decisión de reformar esta casa heredada un nuevo hogar al máximo de su potencial.
Fotografía: David Frutos