La interiorista Bárbara Aurell diseña una vivienda vestida por iconos del arte y el diseño.
Espacio en Blanco, el estudio capitaneado por la interiorista Bárbara Aurell, firma la reforma de esta vivienda en Barcelona. Una auténtica explosión de texturas, materiales y color que ponen en valor las piezas de arte y diseño que visten cada uno de sus rincones.
Una reforma integral
Cuando Bárbara Aurell y su equipo de Espacio en Blanco llegaron a esta vivienda de Barcelona, se encontraron con un piso oscuro de pasillos estrechos, muchos compartimentos y mala circulación. Una distribución que iba en contra de los planes de futuro de la nueva y joven pareja propietaria que deseaban una casa luminosa en la que ver crecer a la familia.
De esta forma, la interiorista derribó todos los tabiques para dar la vuelta a la vivienda. Así la ha convertido en un amplio hogar de lleno de luz que mira al exterior. La acogedora terraza con una gran bancada de madera abraza el interior y lo dota de luz natural. A través de unas puertas correderas acristaladas, se abre hacia un enorme salón de concepto abierto y a partir del cual se articulan el resto de las estancias.
Circulación orgánica y fluida
Desde el primer momento, el equipo de Bárbara Aurell lo tuvo claro. Era necesario generar esa sensación de amplitud sustituyendo los tabiques por elementos arquitectónicos que dibujaran nuevas y amables circulaciones de personas entre los espacios.
Siguiendo la estética del redondo pilar de gresite en color verde de la terraza, se han construido separadores de zonas que delimitan las diferentes estancias. En el salón, un enorme mueble divisorio funciona como pared, estantería y almacenaje mientras da paso al comedor. En él, aparece una pared panelada que queda cerrada en forma curvada.
Festival de materiales y texturas (y mucho color)
Plantear la paleta cromática de la vivienda ha sido un verdadero reto. Era importante crear un interiorismo colorido que transmitiera armonía e ilusión. Para ello, se han incorporado tonos atrevidos, entre los que predomina el verde, marcado por el pilar de la terraza.
Este color se cuela en todas las estancias a través de las paredes, el mobiliario, los revestimientos y la vegetación. Se ha combinado con colores teja y crema creando una atmósfera cálida y acogedora.
Además, se ha prestado especial atención a las texturas de los materiales. En esta vivienda, se han introducido esquinas redondeadas y muebles de canutillo lacado. Este recurso se presenta como hilo conductor, y está presente en la cocina, el baño y los dormitorios. Interesantes formas geométricas que aportan singularidad, amabilidad y modernidad al mobiliario.
Iconos del arte y el diseño
Para este interiorismo, se ha tenido muy en cuenta la importancia de elegir grandes obras del arte y el diseño. Así pues, esta casa en Barcelona exhibe orgullosa numerosas y valiosas piezas. Ejemplo de ello son la alfombra diseñada por Jaime Hayon para nanimarquina y la butaca Utrecht de Cassina, ambas en el salón.
La iluminación también se ha cuidado al detalle tal y como muestran los apliques del dormitorio y la lámpara de lectura de Flos; la lámpara de techo Bohemia de Marset en el comedor, o las luminarias de Artemide, Louis Poulsen o Jielde. Y, como la buena iluminación en el arte es esencial, la han acompañado con obras de artistas emergentes como la ceramista Laura Niubó, el pintor Carlos Herraiz, la escultora Carla Cascales o el artista geométrico Miguel Fusté.
Fotografía: Doblecoco Studio