OOIIO Arquitectos proyecta LLO, la casa de las mil caras.
En la localidad madrileña de Valdemorillo, la casa LLO de OOIIO Arquitectos demuestra cómo la forma y la expresividad de los materiales pueden estar al servicio de la arquitectura residencial doméstica.
«Cuando los clientes nos contactaron para construir su futura vivienda, nos encontramos con una parcela abrazada por una calle en curva y con amplias vistas sobre las montañas cercanas», cuentan los arquitectos. La existencia de varios árboles y rocas en el solar ha supuesto una oportunidad para trabajar tanto con el paisaje cercano como con el lejano de la sierra de Madrid.
Respeto por la naturaleza
El respeto por las preexistencias y la búsqueda de las mejores vistas sobre el entorno dan como resultado una casa que simula un gran molinillo espacial. Una construcción que gira en torno al espacio principal vertebrador del proyecto, con un núcleo de doble altura que abraza la escalera y comunica sus dos plantas.
Fachadas cerámicas
El exterior de la vivienda se aplaca con piezas cerámicas tipo barro cocido de tonos rojizos y grisáceos de Cerámicas Aparici. Sus tonos hacen referencia a la tierra del terreno donde crece la casa y contrastan con el verde y la madera de los árboles del jardín. Las carpinterías de las ventanas son de Strugal.
«Según se rodea la vivienda, se descubren sus mil caras», cuentan los autores de esta casa que mira a muy distintos puntos y que, dependiendo de la época del año y la hora del día, muestra un matiz completamente distinto.
Un gran molinillo espacial
A partir de un juego con la naturaleza existente, que evita en todo momento la tala de los árboles, el equipo de OOIIO Arquitectos ha planteado una vivienda unifamiliar que se reparte por la parcela, esquivando los árboles y abriendo visuales a puntos concretos de las montañas.
Un interior acogedor y confortable
La arquitectura se completa con un interiorismo que hace que la casa funcione como un verdadero hogar. Un lugar acogedor y confortable, que además de adaptarse a la parcela que ocupa logra materializar los sueños de sus habitantes.
Con la mayor parte del programa en la planta baja, que separa los usos más privados de los de uso común, la alta se reserva para la habitación principal y una sala de juegos.
Mosaicos de barro cocido
El juego cromático y de texturas entre la tierra y lo verde que domina el paisaje se introduce también en el interior, a través de varios mosaicos de barro cocido de Todobarro o WOW Design combinados con maderas en tonos naturales y verde menta. Intercalados en puntos estratégicos de la vivienda, como la escalera central, el frente del salón o los muebles que definen la cocina, aportan una continuidad y coherencia estética al proyecto.
Completan el interiorismo las griferías e inodoros del Grupo Fossil Natura y el mobiliario de los baños, de Kyrya.
Arquitectura para todos
La expresividad y rotundidad formal de Casa LLO, sumadas a la cuidada riqueza sensorial que transmiten las texturas y los materiales en su juego con la luz, hacen de este proyecto un perfecto ejemplo del esfuerzo del equipo de OOIIO para ofrecer arquitectura asequible para todos.
Fotografía: Javier de Paz