Si, nosotros también usamos cookies. Esas cosas con nombre de "galletita" que ayudan a que tu navegación sea más personalizada. Cierra este mensaje y nos darás tu permiso para seguir utilizándolas. Y seguirás disfrutando de diarioDESIGN como siempre.

Feliz viaje por nuestra web Cerrar

Dormir en la copa de un árbol es posible en este hotel diseñado por BIG.

Biosphere es una singular habitación de hotel diseñada por BIG - Bjarke Ingels Group que reinterpreta la tradicional casa del árbol. Se trata de una experiencia sensorial que nos permite dormir rodeados de 350 nidos de pájaro.

Reinterpretando la casa del árbol

Treehotel es un complejo hotelero fundado en 2010 y situado en una zona boscosa de la localidad de Harads, en Suecia. Está compuesto por 8 habitaciones muy singulares que ofrecen una experiencia única a sus huéspedes combinando diseño y naturaleza. Todas las estancias han sido diseñadas en exclusiva por reconocidos estudios de arquitectura nórdicos que las han materializado en habitáculos suspendidos en los árboles. Cada una de ellas es única e interacciona de manera diferente con el bosque.

La última habitación que ha presentado Treehotel es Biosphere. Se trata de un dormitorio de 34 m2 de superficie diseñado por el arquitecto danés Bjarke Ingels del estudio BIG. La estancia queda suspendida en lo alto de los pinos del bosque y ofrece una particular característica: la posibilidad de pernoctar junto a los pájaros autóctonos.

“Pasé algunos días en las habitaciones de Treehotel antes de la pandemia y no pude evitar preguntarme si había una manera de llevar la inmersión un paso más allá […] la idea de invitar no solo a visitantes humanos sino también a la población de aves y murciélagos residentes a cohabitar en un enjambre esférico cobró vida». Comenta Bjarke Ingels.

Una fachada compuesta por nidos de pájaro

El planteamiento de esta habitación de hotel es sencillo. Una pasarela suspendida conecta directamente con el interior del habitáculo que consta de dos plantas. En la inferior encontramos una pequeña zona de estar, aseo y una escalera de gato que nos conduce al dormitorio situado en la planta superior.

La apuesta de Bjarke Ingels arriesga en la envolvente arquitectónica del espacio. Grandes paños de vidrio ofrecen vistas de 360º sobre el bosque que quedan tamizadas por una celosía de madera. Lo singular es la configuración de este filtro: se trata de 350 nidos de pájaro de diferentes dimensiones.

El proyecto no solo utiliza este recurso como acabado estético, el objetivo real es contribuir a preservar la biosfera que habita el bosque. De hecho, se ha trabajado con un ornitólogo para estudiar el comportamiento de las aves y ofrecerles un refugio seguro.

El interior materializado en tonos oscuros dialoga con el bosque

El color negro inunda el interior de Biosphere para no distraer las miradas de los huéspedes, que deben dirigirse hacia el exterior. Este pequeño refugio cuenta con ventanas de triple vidrio, que permiten disfrutar del bosque incluso en las noches más frías.

Además, los privilegiados que pernocten en Biosphere tendrán acceso a la cubierta, habilitada como terraza panorámica. De este modo podrán, además de observar, sentir la esencia de los bosques suecos.

Biosphere forma parte del conjunto Tree Hotel

Artículos relacionados

Street Moves: el urbanismo sueco que promueve calles más sostenibles

Xipe, el restaurante que permite viajar a México sin necesidad de avión

pia-pedralbes-interiorismo-diariodesign-portada

Pia Capdevila Interiorismo reforma una casa en el techo de Barcelona

mobalpa-vivienda-annecy-saboya-diariodesign-portada

Mobalpa y un refugio con vistas al lago Annecy