Una vivienda en València que pone en valor la artesanía modernista.
Moiz lleva a cabo la rehabilitación de una vivienda de principios del siglo XX en València. Una intervención respetuosa con los materiales existentes para conservar la esencia más pura de la artesanía modernista.
Nuevos modos de habitar
Al conocer esta vivienda ubicada en uno de los antiguos edificios del Ensanche valenciano, el estudio de interiorismo Moiz lo tuvo claro. El proyecto debía comenzar por redefinir las diferentes maneras de habitar actuales que nada tienen que ver con las de principios del siglo pasado.
Para ello, fue necesario un ejercicio de empatía con los propietarios actuales y de conocimiento de sus necesidades y estilo de vida. En origen, la vivienda estaba muy compartimentada y tenía esa distribución laberíntica característica de los pisos de la época. En la nueva distribución, se propone un amplio espacio principal en el que maximizar los usos sociales. La unión de recibidor, salón, comedor y cocina refleja este nuevo modo de habitar más funcional e integrador.
El resultado ha sido una vivienda flexible y luminosa, que habla de historia y diseño, y que mantiene el encanto de las antiguas viviendas modernistas del barrio residencial en el que se ubica.
El mosaico de Nolla, absoluto protagonista
Para los propietarios, era imprescindible conservar la esencia original de la vivienda. De esta forma, el estudio ha llevado a cabo una intervención muy respetuosa, en la que se ha puesto el foco en la recuperación de los materiales y elementos preexistentes.
La vivienda contaba altos techos de esculturales molduras bien conservadas, así como preciosas puertas artesonadas con vidrieras y enormes ventanales a fachada. Además, sorprendía un impresionante pavimento de mosaico de Nolla. Un valioso icono de la artesanía modernista valenciana, que los propietarios querían mantener.
Así pues, Moiz ha llevado a cabo una rehabilitación en la que este pavimento ha sido el absoluto protagonista y ha definido la nueva materialidad y decoración de la vivienda.
Una curva para suavizar la transición entre espacios
Estos materiales preexistentes se potencian con la combinación de la madera de nogal. Una suave curva panelada delimita los diferentes ambientes de la zona de día mientras abre paso a los dormitorios. Una solución que contrasta con la sofisticada gama cromática que impera en la vivienda.
La madera de nogal funciona como hilo conductor del interiorismo y establece un interesante diálogo entre pasado y futuro. El mobiliario en cocina y salón como mesas, muebles de almacenaje o estanterías ha sido resuelto con este material, que aporta contemporaneidad y nobleza a la decoración.
Una reforma que se ha basado en un trabajo de restauración. Esta vivienda diseñada por el estudio valenciano Moiz pone en valor el encuentro entre los elementos preexistentes y los de nueva creación.
Fotografía: Germán Cabo