Una casa convertida en palacio en el centro de Valencia.
Teresa Carrau Carbonell es la autora de la reforma de esta casa palacio en el centro Valencia. Sus propietarios la compraron tras una ardua búsqueda condicionada por una única pero muy importante premisa: que tuviera terraza.
En pleno centro de la conocida de la ciudad, y con una impresionante terraza, esta vivienda de 150 m2 se convierte en un confortable ‘palacio’ de mano de Teresa Carrau Carbonell.
Una casa dividida en dos
«Siguiendo los pasos de los antiguos modernos, hemos organizado la casa en dos partes», cuenta la arquitecta. Una de noche, más silenciosa, hacia el patio interior; y otra de día, dinámica y llena de luz, hacia la terraza. En esta última, el salón, el comedor, la cocina, el hall o el despacho se diseñan interconectados, como estancias que participan unas de otras y de la terraza.
Huella del paso del tiempo
En el acceso, para dar algo de privacidad y organizar las circulaciones, se propone un lienzo vertical que no llega al techo. De esta forma se conservan las originales molduras y se preserva la huella del tiempo y la estructura original de la casa en los techos.
Un telón neutro de fondo
A nivel material, se opta por un criterio neutro y unitario, sobre el que el ornamento –molduras, cuadraturas, dorados y espejos– hará de la casa un palacio. La madera de Iroko de la impresionante terraza añade calidez y encaja perfectamente con el suelo de madera maciza de roble de la mayoría de estancias. Solo los espacios húmedos optan por un pavimento distinto, con mármol negro Marquina y blanco Macael en la cocina, y porcelánico en los baños.
Para conectar completamente interior con exterior, sin por ello renunciar al más elevado aislamiento acústico y térmico, se ha optado por grandes correderas con carpintería embutida de Cortizo.
Fotografía: Sievers&Carregui