El patrimonio ferroviario de FGC en Rubí estrena nueva imagen.
En Rubí, Barcelona, Aureli Mora y Omar Ornaque, de AMOO, han intervenido la nave de talleres y edificio principal del Centro Operativo de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya para convertirlo en Nave-Museo de Material Histórico. Una contundente intervención infraestructural que refuerza la imagen ferroviaria del Centro y permite alargar la vida útil de uno de los conjuntos más singulares de FGC.
Nueva Nave-Museo FGC Rubí
Cubrir la antigua vía de pruebas dinámicas para almacenamiento y museización de varias unidades históricas; dar una nueva fachada e imagen hacia la calle de acceso al Centro, permitiendo una mayor privacidad a las viviendas del núcleo suburbano adyacente; y actuar como expositor de las unidades históricas hacia el aparcamiento y acceso a las oficinas del Centro. Estos son los tres puntos de partida de este proyecto de AMOO.
Imagen más actual
El equipo dirigido por Aureli Mora y Omar Ornaque ha llevado a cabo una simbólica intervención, condicionada por la gran envergadura de la nave de talleres y oficinas —con mayor superficie en planta que una manzana del Eixample— y la longitud de la vía de pruebas dinámicas a cubrir. Un proyecto que, además de dar continuidad material y volumétrica al Centro, aporta la imagen contemporánea que requiere la institución.
Para lograrlo, los arquitectos han proyectado una larga estructura de 173 metros de longitud. Asimismo, encontramos una peculiar sección continua en forma de arco, junto a la nave de talleres, que evita el problema de distinción entre fachada y cubierta. Su posición, apoyada sobre el muro de hormigón existente que delimita el perímetro del Centro y separada de la nave de talleres, crea una óptima transición entre las cubiertas curvas e inclinadas ya existentes y la calle.
Continuidad material y volumétrica
Al exterior, la estructura se reviste con chapa lisa continua con unión de pestaña. Así se evita cualquier junta en sección y se logra un ritmo continuo a lo largo de la nueva nave. Este solo se ve interrumpido por la escalera de emergencia –que ocupa un volumen singular y exento de la estructura principal– y el grafiado de grandes letras corporativas que señalan el acceso principal.
Desnuda y tectónica al interior
Completamente distinta, hacia el interior, la estructura se muestra racional y totalmente desnuda. Resalta su belleza tectónica y un ritmo constante que sorprende por su longitud. Para minimizar la reverberación interior y la contaminación acústica hacia la calle en caso de movimiento de las unidades históricas, el cerramiento en arco se ha revestido de chapa.
Un gran escaparate patrimonial
En el acceso principal al Centro, una gran fachada vidriada de suelo a techo abre la nueva nave hacia las oficinas. Lo hace como un gran escaparate patrimonial que muestra las unidades históricas al exterior. En el extremo de la nave, esta fachada se desintegra en un volumen irregular más bajo y ligero, que señala su acceso mediante un doble pilar. También muestra parte de la cara interior de la cubierta en forma de arco. Mezclándose con el conjunto de elementos del acceso principal del Centro, este extremo deja entrever la nave de talleres original desde la calle.
Fotografía: José Hevia
