Atzur Arquitectura actualiza la típica casa del Eixample.
El estudio de arquitectura emergente firma la reforma Ca na Riera, un luminoso piso de 65m2 en el centro de Barcelona. A través de un proceso de reinterpretación, Claudia Ferrer y Milagros Machado plasman la esencia arquitectónica del Eixample con un curioso juego entre materialidad y texturas.
Ubicado en el barrio del Eixample barcelonés, Ca na Riera es el proyecto de reforma integral que el estudio Atzur Arquitectura ha materializado en un piso de 65 m2. Una oda a la impronta arquitectónica del lugar que rescata la esencia de sus edificios más emblemáticos y se adapta a la perfección a la forma de vida contemporánea.
Los propietarios buscaban huir de la distribución original de la vivienda. Una distribución casi laberíntica propia de los pisos antiguos. Además, a lo largo de los años, el espacio había vivido múltiples transformaciones. El mosaico hidráulico del pavimento o la bóveda catalana de sus techos habían quedado ocultos tras diferentes reformas por materiales de poco valor.
Atzur Arquitectura decide reestructurar por completo la vivienda con el objetivo de optimizar el espacio y recuperar los elementos más valiosos de su arquitectura original. Así nace Ca na Riera, un piso único y acogedor que cumple con todas las necesidades de sus propietarios actuales.
Volumen central de madera
Situada en una de las típicas esquinas que cierran cada manzana del Eixample barcelonés, Ca na Riera se alza en una planta alargada y estrecha, casi con forma de pasillo. En esta ubicación, el estudio vio una oportunidad única para potenciar la luminosidad del espacio.
Para ello, proyectó un piso de techos altos y pasillo infinito que optimizan la entrada de la luz y la ventilación natural y al que dotan de gran amplitud y flexibilidad.
Ca na Riera está estructurado en torno a las dos cajas de almacenaje de madera que aparecen como eje de la vivienda y delimitan sus diferentes ambientes. A la entrada, los espacios más íntimos como los dormitorios y el estudio abren paso al gran salón, ubicado en chaflán, y que ofrece unas vistas inmejorables del Eixample barcelonés.
A través de un trabajo de redistribución y reestructuración del espacio, se proyectó una habitación a doble altura que permite maximizar los metros cuadrados de la vivienda para ganar luz y espacio.
Juego de materiales y texturas
Con el objetivo de devolverle la esencia arquitectónica original, se realiza un ejercicio de recuperación y reinterpretación del espacio. El pavimento continuo que viste las grandes cajas de madera se realza y contrasta con las baldosas hidráulicas, tan icónicas de la arquitectura modernista catalana.
De esta forma, se crea un juego visual entre materialidad y texturas que rompe con la distribución alargada de la vivienda y genera una mayor sensación de amplitud. Ca na Riera logra satisfacer las necesidades de una familia en un espacio reducido y con una estructura originalmente complicada, pero repleta de posibilidades.
Fotografía: Judith Casas / Aide Monge