Air Bubble, la burbuja purificadora de aire de ecoLogicStudio, en la COP26.
La ciudad escocesa de Glasgow ha sido testigo de la presentación de Air Bubble, el nuevo proyecto que la firma de arquitectura e innovación liderada por Claudia Pasquero y Marco Poletto, ecoLogicStudio, ha presentado con motivo de la COP26.
Celebrada entre el 31 de octubre al 12 de noviembre, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ha cumplido este año su 26ª edición con un invitado de lujo. Si hace unos meses, ecoLogicStudio nos sorprendía con el diseño y construcción del primer parque biotecnológico infantil Air Bubble con aire purificado en Varsovia, ahora los londinenses dan un paso más en su investigación.
Tecnología PhotoSynthetica para reducir la contaminación
Diseñada para reducir la contaminación del aire y con la tecnología PhotoSynthetica, promovida por el estudio, la máquina ecológica purificadora de aire, Air Bubble, ha sido desarrollada par alcanzar algunos de los principales objetivos del evento. Desde lograr emisiones cero a mediados de siglo, a proteger y restaurar ecosistemas o construir infraestructuras resilientes.
Situada frente al Centro de Ciencias de Glasgow, dentro del área de la Zona Verde de la COP26, y desarrollada en colaboración con Otrivin®, la eco-máquina está hecha en su 99% de aire, agua y cultivos vivos de algas Chlorella. Los 24 reactores que albergan estas algas se ‘comen’ activamente las moléculas contaminantes y capturan el dióxido de carbono para liberar después oxígeno fresco y limpio.
Biotecnología integrada en la ciudad
«Con Air Bubble, la belleza se convierte en la verdadera medida de inteligencia ecológica» explica la cofundadora de ecoLogicStudio, Claudia Pasquero. De hecho, este proyecto bio-digital demuestra cómo la integración avanzada de la biotecnología en el entorno construido puede conducir a una nueva generación de arquitecturas vivas y en crecimiento, donde conviven belleza y un rendimiento ecológico eficiente.
La iniciativa de ecoLogicStudio sumerge a los visitantes en una burbuja de oxígeno recién metabolizado, que recuerda a una suave medusa hinchable. Dentro, mayores y pequeños pueden interactuar directamente y experimentar las capacidades de limpieza del aire de los cultivos de microalgas.
Filtra 100 litros de aire urbano contaminado por minuto
Con una membrana de 0,5 mm de espesor, transparente y 100% reciclable, que sólo ocupa el 5% del peso y el 1% del volumen de la estructura general, el que es el primer biorreactor neumático de ecoLogicStudio permite filtrar 100 litros de aire urbano contaminado cada minuto. «La resistencia general de la estructura es posible gracias a su organización celular tridimensional», cuentan los arquitectos, que han empleado casi 100 piezas planas cortadas por CNC, posteriormente soldadas para formar una matriz completamente tridimensional de celdas inflables.
El resultado es un sistema sensible, con una gran capacidad de purificación de aire, excepcional resistencia al viento y un despliegue único. Además, la increíble ligereza de la membrana vacía logra reducir casi a cero las emisiones asociadas con el transporte, la instalación y el desmantelamiento de la instalación.
Sensores para medir en tiempo real
La membrana exterior es monitoreada en tiempo real por una serie de acelerómetros, detectando el viento e induciendo vibraciones en la estructura neumática. Estos sensores activan una iluminación que fomenta la fotosíntesis de algas y aumenta la purificación del aire. De esta forma se logra que en su interior se genere una simbiosis que hace que cuanta más gente juegue, más limpio se vuelva el aire.
El proceso de filtrado se ve reforzado por la morfología arquitectónica de la estructura. La membrana de TPU, una evolución del sistema de cortinas urbanas PhotoSynthetica. Presentado en 2018 en Dublín por ecoLogicStudio, éste controla el microclima dentro de la burbuja, con puertas de la membrana inflable que estimulan la recirculación del aire y la ventilación natural.
Una nueva realidad es posible
La propuesta ‘imagina’ una nueva sociedad aún posible de construir en los próximos 30 años, capaz de eliminar la contaminación, producir su propia energía, cultivar alimentos y levantar nuevos edificios.
Imágenes: ©NAARO