Contraste de texturas, colores y diseño orgánico en el nuevo NOMO Braganza.
Grupo NOMO aterriza en Madrid. El nuevo NOMO Braganza, diseñado por Cirera Studio, consta de 240 m2 donde disfrutar de una experiencia inmersiva. Lo mejor de la cultura y el diseño mediterráneo, con la exquisitez de la comida japonesa.
Cultura mediterránea y gastronomía nipona en el nuevo NOMO Braganza
La interiorista Cristina Cirera, al frente de Cirera Studio y responsable del proyecto, tiene claro que cualquier restaurante debe ser capaz de transmitir un mensaje. Según ella «un proyecto sin concepto es un proyecto sin alma».
De este modo, se definieron unos objetivos estéticos que fueran capaces de transmitir la esencia del nuevo restaurante NOMO Braganza, en Madrid: la fusión de la cultura mediterránea con la gastronomía nipona. Se trata de un espacio capaz de acoger a 80 comensales, donde predomina el diseño orgánico mediante sus formas, colores y texturas, que nos invitan a vivir una experiencia sensorial completa.
Formas orgánicas y color terracota
Con la premisa de lograr un espacio con una atmósfera única y emocional a través de los contrastes, se incluyeron reminiscencias de ambas culturas; mediterránea y japonesa.
Colores llamativos como el rojo, muy predominante en la cultura nipona, se fusionan con otros más cálidos como el color terracota del mediterráneo. Los contrastes se suceden también en las texturas. Mármol, bambú, alicatados, papel y madera reciclada pintada en color negro conviven con armonía.
Las formas orgánicas y el uso de la madera natural, presentes en todo el espacio, nos recuerdan la sencillez y sobriedad de la arquitectura tradicional japonesa. Además, una iluminación tenue pero constante marca los recorridos y enfatiza materiales y texturas.
Una barra de sushi como centro del proyecto
El nuevo NOMO está divido en 2 plantas. La primera ejerce de foyer y nos da la bienvenida. Bajando las escaleras, nos encontramos con otro espacio un poco más íntimo que cuenta con mesas y un gran sofá. Además, se ha incluido un pequeño reservado para grupos que permite abrirse o cerrarse al espacio común mediante cortinas rojas.
La barra de sushi en la planta de acceso es sin duda la pieza principal del proyecto. De forma rectangular, tiene capacidad para 13 comensales. Es un resumen de la esencia del local, ya que contiene todos los materiales utilizados en el restaurante. Además, actúa como pieza de unión entre el espacio, el entorno y la gastronomía.
Fotografías: Salva Lopez
NOMO Braganza C/ de Bárbara de Braganza, 8, 28004 Madrid