El interiorismo más leído esta semana nos lleva a Murcia, Málaga y Valencia.
Empezamos el mes de septiembre destacando tres proyectos de interiorismo en Murcia, Málaga y Valencia. El primero es una casa flexible, perfecta para cualquier confinamiento, firmada por Laura Ortín Arquitectura. El segundo, un salón de belleza, Secretos del Agua, obra de la interiorista Carolina Gual. Y el tercero, una vivienda en Ruzafa donde Destudio ha mantenido toda la esencia de su pasado. La pincelada de diseño la aporta la colección de kilims ROOTS de Inma Bermúdez para GAN; y la de arquitectura llega desde Portugal, de la mano de Diamantino Pinho y su escultórica casa en Ribatejo.
Una casa flexible en Murcia, apta para cualquier confinamiento
Laura Ortín Arquitectura materializa la tendencia de las casas flexibles, adaptables y evolutivas con esta reforma integral. Tiene 125 m2, formas curvas, un gran espacio diáfano y cortinas que delimitan los espacios.
Time to relax en Secretos del Agua Málaga
La interiorista Carolina Gual ha convertido el salón de belleza Secretos del Agua en un templo para el relax. Lo ha hecho con tonalidades suaves, eliminando aristas, una paleta de materiales reducida, hormigón pulido y una iluminación ténue.
Lo mejor de su época, en esta vivienda en Ruzafa
Destudio firma esa reforma integral de una vivienda situada en un edificio de 1937, cuyo interior refleja la esencia de la época en la que fue construida. Una intervención respetuosa con el pasado, que logra adaptar el espacio existente a las necesidades contemporáneas de sus nuevos habitantes.
Inma Bermúdez diseña 4 kilims para GAN
La primera colección de la diseñadora para la marca valenciana de alfombras se llama ROOTS y es un regreso a las raíces mediterráneas. Se compone de cuatro kilims y dos taburetes. El yute, el algodón, la sobriedad y los tonos neutros la convierten en una colección ideal para ambientes campestres.
Una casa volumétrica y espectacular en Portugal
El arquitecto portugués Diamantino Pinho ha diseñado esta escultural casa en Ribadejo, al norte de Lisboa, atravesada por el río Tajo. La casa se lee como una sucesión de planos y volúmenes abstractos, que juegan con las texturas y la geometría, y en los que se abren huecos puntuales.
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