Suelos hidráulicos, cocina Cubro y azulejos de colores en un apartamento de 60 m2.
La arquitecta Clara Ocaña del estudio CO-A firma la reforma de este apartamento de 60 m2 en un antiguo edificio de 1900 en el centro de Barcelona. Al no contar con demasiados metros, su objetivo ha sido proyectar una vivienda lo más flexible y espaciosa posible.
Un proyecto de Estudio CO-A
Con esta intención de crear una casa flexible, se libera todo el espacio central situando la cocina y un sistema de almacenamiento lineal a lo largo de toda la pared medianera y su pared opuesta. Así, todo el espacio central queda despejado de cualquier tipo de equipamiento fijo.
Por otro lado, se conservan y restauran los techos con molduras y el pavimento hidráulico, elementos característicos de la arquitectura barcelonesa de la época. Este diálogo entre lo nuevo y lo antiguo logra crear una atmósfera única y contemporánea en un edificio con tanta historia detrás. Los dibujos del suelo recuerdan la distribución original de los 60 m2 del antiguo apartamento.
La cocina, práctica y funcional, está realizada por Cubro, que personaliza algunos modelos clásicos de IKEA. Se trata de un arreglo que funciona muy bien en cocinas pequeñas. Se ha mezclado una gama de frentes en colores Squalo y White con madera de abedul. Además, cuenta con un comedor conectado con la zona de estar del salón que recibe la luz natural de dos balcones abiertos al exterior.
Una puerta corredera aísla y conecta los distintos ambientes
Se accede a la vivienda directamente a la cocina, que está conectada con el salón, comedor, el aseo, despacho, un dormitorio con baño y una zona de lavado.
Una puerta corredera, de grandes dimensiones, separa el dormitorio de la sala-cocina. Funciona como una pared móvil que permite pasar la luz natural de una fachada a otra y dar sensación de amplitud a todo el espacio.
Los colores marcan las diferentes funciones de cada espacio
Para dar unidad estética y carácter a la vivienda, se crea un lenguaje compuesto por los nuevos acabados introducidos y los preexistentes conservados. Asimismo, se utilizan piezas de formato pequeño en tres colores: verde-azulado para revestir paredes y suelo del baño; amarillo en el lavadero; y blanco para la cocina. Todas son de Neocerámica.
Igualmente, para dar desahogo y homogeneidad se elige el mismo tipo de mobiliario en salón, cocina y dormitorio. En cuanto a la iluminación artificial, corre a cargo de distintos rieles con focos y modelos de Faro Barcelona.
El dormitorio, con ventana a un patio interior, es muy sencillo y depurado. Cuenta con una zona de armarios diseñados a medida. Una puerta corredera lo comunica con su cuarto de baño. Este se ha situado dentro de una caja totalmente alicatada de color verde azulado en su interior que no llega al techo para dejar pasar la luz. Dispone de una zona de ducha rematada con un cristal con perfil negro.
El suelo de cerámica amarilla indica la zona que se ha destinado para la zona de lavado, a la que se accede directamente desde esta habitación.
Los distintos colores marcan el uso de cada espacio. La zona de lavado se alicatado en amarillo, las paredes de la cocina en blanco. El dormitorio es blanco y está conectado con el cuarto de baño, para el que se eligió un tono entre verde y azul. Así, Estudio CO-A consigue que, tras la reforma, el apartamento optimice sus 60 m2 y resulte más luminoso, cómodo y desahogado.
Fotografía José Hevia