Café Chez Teta, cocina libanesa en Montreal.
Jugando con una sencilla paleta de materiales, Ivy Studio combina en este restaurante de cocina libanesa en la ciudad canadiense de Montreal la tradicional estética del país árabe con una imagen minimalista y contemporánea. Su nombre ('Teta' significa 'abuela' en árabe) hace referencia al cálido ambiente de la casas de muchas de nuestras abuelas.
Café Chez Teta, por Ivy
Los canadienses Ivy Studio han diseñado un espacio conectado con el exterior, con una ventana corredera que permite a los clientes realizar pedidos directamente desde la calle. Grandes ventanales y un vestíbulo completamente acristalado abren el interior a la calle, inundándolo de abundante luz natural.
Ya dentro, las paredes se han revestido con madera de nogal y un acabado de yeso hecho a mano, con productos personalizados de producción local, como lámparas de terracota y espejos horizontales.
Inspiración bistró
El mobiliario se inspira en los típicos cafés bistró, con las clásicas sillas y taburetes en nogal de Thonet. Dos bancadas con asiento de cuero natural y respaldo de terciopelo en color burdeos envuelven las paredes del comedor principal. Las mesas combinan una base con recubrimiento en polvo en el mismo color burdeos oscuro con sobre de nogal macizo.
Una gran mesa comunal preside el espacio. Destaca su ornamentada base de nogal tallada a mano, que combina a la perfección con el sobre de mármol color arena con marco de nogal.
Situado junto a la ventana, un mostrador con taburetes altos permite disfrutar de un café con la animada y comercial Rachel Street como telón de fondo.
Mármol, nogal y acero
El mostrador de servicio se divide en dos piezas únicas: un bloque de mármol monolítico en rojo, beige, blanco y negro, donde se realizan los pedidos, y una barra alta y curva, envuelta en chapa de nogal, para recogerlos. Sobre ambos cuelga una estructura de almacenamiento, con chapa de acero burdeos perforada a láser.
Tres hornacinas con estantes de madera funcionan como expositores de la exclusiva vajilla del local; y un grifo de latón antiguo ofrece agua a los clientes.
En la cocina nada ha sido dejado al azar, siempre buscando ofrecer al cliente la mejor experiencia culinaria. Junto al imprescindible horno libanés, una máquina de café expreso Marzocco contrasta con la cafetera de arena tradicional turca.
Fotografía: Alex Lesage