Un apartamento circular, diáfano y luminoso en Sants.
En el popular barrio de Sants, en Barcelona, el equipo de arquitectos de LoCa Studio ha reformado una vieja casa para crear un nuevo apartamento circular, bañado en luz, y creado a la medida de sus propietarios, una joven pareja a la que le encanta compartir y disfrutar espacios diáfanos.
Por LoCa Studio
Daniel Lorenzo y Carlota Casanova, al frente de LoCa Studio, se han encargado de reformar la casa de 93 m2 para adaptarla a los deseos de la pareja. Lo primero fue liberarla de la excesiva compartimentación original. Su idea era así sacar más partido de la amplia fachada en esquina de la edificación. Y la suerte les acompañó, porque enseguida descubrieron bajo los falsos techos una gran altura hasta el forjado.
Los arquitectos han potenciado esta altura mediante carpinterías interiores que elevan al máximo. En cuánto a los materiales, eligieron madera y tabiques en seco para cerramientos y carpinterías. La altura de los techos, el uso de colores claros, una interesante distribución y la circulación cruzada aprovechan al máximo la luz y rentabilizan cada metro.
La distribución circular organiza el apartamento en ambientes
Un amplio espacio diáfano acoge todos los espacios comunes: cocina, comedor, área de trabajo y zona de estar. Al fondo, separado por unos paneles blancos deslizantes que sustituyen a las puertas, está la zona de noche. El espacio de la esquina del edificio y las ventanas se ha aprovechado para situar ahí la zona de estar. Está presidida por el sillón Eames Longue y su ottoman (reposapiés), un diseño de Charles and Ray Eames de 1956 que en la actualidad edita Vitra. Un sofá tapizado en un tono gris completa la escueta decoración. Al final del espacio se aprecian los paneles blancos enmarcados en madera que aíslan los dormitorios.
En el centro de la vivienda, junto a la puerta de entrada, se ha ubicado la gran cocina abierta. Se ha situado junto a la zona del estar, para así captar el máximo de sol y aprovechar la luz natural que entra a través de la amplia fachada. Está equipada con mobiliario blanco y gris, diseñado a medida, un fregadero de Franke y electrodomésticos de Bosch. En la zona de cocción destacan unos grandes quemadores de gas negros de la firma Pitt Cooking.
Una de las paredes maestras, a la que se le ha abierto un hueco para dejar paso a la luz, delimita los distintos ambientes de cocina y comedor. Para aprovechar la luz natural y a la vez resolver el almacenaje, se ha diseñado un mueble de doble cara que, envolviendo el tabique, se utiliza para almacenaje en la cocina y en el lado del comedor sirve como estantería.
Un espacio de trabajo que funciona como oficina
En el comedor, equipado con una mesa ligera blanca y sillas metálicas, el mueble de madera se transforma en una ligera estantería. A continuación está el área de trabajo. Todo el fondo de esta amplia sala común se ha dedicado al trabajo, algo que explícitamente solicitaron los propietarios al estudio de arquitectos. Queda, así, recogido en un extremo, dentro del espacio principal, bajo una ventana que le proporciona luz directa sobre el escritorio. Y sirve como oficina, ya que se puede aislar con paneles ligeros y deslizantes. El mobiliario procede en gran parte de Kave Home y las luminarias de Faro Barcelona.
Una de las soluciones interesantes del proyecto ha sido abrir los espacios a la luz. En este caso se abre una ventana en la pared maestra que deja pasar la luz a la cocina y a la vez sirve de práctico pasaplatos y da servicio al comedor. El mueble diseñado a medida ofrece soluciones de almacenaje para los dos espacios.
La cocina es realmente el centro del recorrido circular a y la zona a la que se accede nada más llegar a la casa. De ahí la importancia de la división de su espacio. Cuenta con una isla central y está equipada con una potente campana. El mueble de almacenaje también funciona como aparador.
El cuarto de baño conecta los dormitorios y completa el círculo
Los dormitorios, separados discretamente para dar privacidad, se conectan a través del baño. Su disposición y el sistema de puertas deslizantes hechas con paneles -unos blancos y otros translúcidos- permite aislarlos, cuando interese y facilita la creación de un recorrido circular en el apartamento.
Los cuartos de baño, mantienen la unidad cromática en blanco y madera. Todos los muebles están diseñados a medida por los arquitectos y sirven de almacenaje, a la vez que delimitan los ambientes de lavabo y baño. Los sanitarios blancos son de Laufen.
Vigas vistas, unas blancas y otras pintadas en gris, sintonizan con el blanco y la madera. La altura de los techos, el empleo de colores claros, la disposición de los dormitorios en los extremos para aprovechar las ventanas de fachada y la circulación cruzada han conseguido distorsionar la percepción del espacio y, así, logar el objetivo del proyecto de este apartamento circular. La vivienda parece más grande de lo que realmente es. En definitiva, un trabajo de pequeña escala, minucioso y que ha cuidado al máximo cada detalle.
Fotografía: Pol Viladoms