Michelet: la casa que crece con sus habitantes.
Transformar un apartamento de 50 m2 y un dormitorio en el hogar de una pareja y sus tres hijos, de 18, 15 y 7 años, es el reto al que Nomadic Architecture Studio se ha enfrentado en este proyecto. Una intervención que no hace sino materializar la tendencia de viviendas en París. Una ciudad con un mercado inmobiliario siempre bajo presión y un creciente atractivo tanto a nivel local como global, donde la casa pequeña se ha convertido ya en seña de identidad.
Con más de cuarenta mini pisos diseñados durante los últimos tres años, Nomadic Architecture Studio es el autor de Michelet. Un apartamento que materializa a la perfección la experiencia en el diseño de viviendas pequeñas y la optimización de espacios reducidos del estudio francés.
Fase de diagnóstico
Como en otras ocasiones, los arquitectos comenzaron el proceso con una fase de diagnóstico, crucial para revelar las oportunidades y limitaciones del proyecto. Una metodología que, como ellos mismos explican «parte del proceso de diseño urbanístico, donde se usa el análisis del barrio como fuente de inspiración del proyecto».
En este caso en particular, la fase de diagnóstico descubrió varios elementos fundamentales para la intervención. El primero, la planta casi cuadrada del apartamento, que se adapta fácilmente a todos los usos requeridos. El segundo, su doble fachada y una profundidad de tan sólo 7 m, que permite a todos los espacios beneficiarse de abundante luz natural. Y el tercero y último, la gran altura libre, que ofrece múltiples oportunidades para la organización vertical del espacio. La única limitación la ponía el muro de carga transversal, con tres aberturas que ya originalmente permitían el flujo lumínico y visual entre ambos lados.
Espacios concatenados
A partir de estos elementos, los arquitectos han diseñado una gran zona común que se extiende desde la fachada delantera a la trasera y aprovecha la luz de mañana y de tarde. Formado por subespacios abiertos, y con la entrada en el centro, reserva un lado para la cocina-comedor y el contrario para la sala de estar.
Para el baño y las habitaciones de los niños, Nomadic Architecture Studio ha optado por diseñar un área compacta y vertical. Como resultado, en el dormitorio de los niños hay dos alcobas para dormir de 1 m de altura. Una sobre el baño y otra bajo el dormitorio de la hija mayor, al que se accede a través de una escalera Donald Judd-esque situada en la sala de estar.
Una casa en constante evolución
En el diseño de la casa se han tenido en cuenta los cambios que la familia irá experimentando con el paso de los años. «Se trataba de crear un espacio que pudiera evolucionar y transformarse en un apartamento de un dormitorio cuando los más mayores se fueran de casa», explican desde el estudio.
Con particiones móviles, el apartamento permite transformar fácilmente su distribución original, pensada para una familia de cinco personas, y que se mantendrá durante los próximos tres años. El primer cambio llegará cuando los dos hijos mayores se independicen. En ese momento, la pared del dormitorio de los padres se eliminará para crear una sala de estar más grande. Más adelante, y cuando el niño más pequeño se vaya, los dos dormitorios restantes se unirán en uno mayor para los padres.
La elección material juega un papel fundamental en el proyecto, ampliando la sensación espacial y de luminosidad. Para ello, se ha utilizado la misma madera de pino de color claro de Polonia para todas las puertas y ventanas. El pavimento de madera de pino optimiza la luz natural.
Fotografía: Tim Van de Velde