Jacobo García Germán devuelve el esplendor a una casa señorial en Comillas.
Jacobo García Germán y su equipo firman este proyecto en el centro del municipio y villa de la comunidad autónoma de Cantabria, Comillas. Una rehabilitación completa y la reconstrucción parcial de una casa señorial catalogada del siglo XIX, que adapta las preexistencias históricas a las necesidades contemporáneas de sus nuevos habitantes.
Condicionada por la típica planta alargada de las parcelas rurales de la zona, la casa se materializa en una sucesión de espacios autónomos que dan respuesta a los requisitos de la familia.
Recorrido ascendente
Presidida por la cocina-comedor, la planta baja y de acceso también incluye un pequeño dormitorio de servicio e instalaciones anexas. Tras atravesar la planta primera, con cuatro dormitorios con sus respectivos baños, el recorrido ascendente culmina en una planta a doble altura. Con el dormitorio principal en un extremo y el salón en el opuesto, este último ofrece vistas privilegiadas sobre los Picos de Europa y el Mar Cantábrico.
El interior se abre al mar a través de la fachada norte. Concebida como una versión contemporánea de la original sur restaurada, se ilumina por una secuencia ascendente rematada por un mirador.
Jerarquía invertida
«La inversión de la jerarquía convencional entre programas, con las áreas sociales en la parte superior, no solo compensa las estrechas limitaciones urbanas de la casa. También genera un diagrama organizativo que impulsa un uso lúdico de estos espacios«, apunta García Germán.
En contraste con la arquitectura masiva, de muros de piedra, el interior apuesta por una estética ligera. Nuevos colores, materiales y acabados, como los de la madera natural y los tonos pastel, conviven con reconstrucciones de las barandillas originales, logias y otros elementos.
Piezas cerámicas recuperadas
La fachada original contenía una serie de azulejos vidriados reubicados desde el vecino Palacio de El Capricho, construido en el siglo XIX por Antoni Gaudí. Restauradas por Antonio Bona, las piezas ocupan ahora la situación original para la que fueron creadas en 1884. Primer propietario de la casa, el italiano fue también maestro de obras de El Capricho.
La recuperación de estos azulejos, junto con el diseño de las nuevas chimeneas de la casa, refuerza el vínculo y la memoria entre la arquitectura local y el florecimiento cultural del Art Nouveau en Comillas, un rasgo característico del encanto de este pequeño pueblo.
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero).
