Juego volumétrico en la Casa RVME de Benalmádena.
La pronunciada pendiente norte-sur del terreno sobre el que se asienta condiciona la geometría esta casa en Benalmádena. Una vivienda unifamiliar para un matrimonio con dos hijos, organizada en bancales, y que se adapta perfectamente a la topografía de lugar.
Casa RVME
Del encuentro entre lo natural y lo construido nace la Casa RVME. Un proyecto de Alfonso Valencia Peral que, situado en una parcela de más de 1.000m2, asciende por el terreno y se asoma a la Costa del Sol. Para lograr las mejores vistas, la casa se organiza en bancales, con el aparcamiento a cota de calle y jardín. Una estrecha escalera da acceso a la piscina, situada en un nivel intermedio; mientras que las estancias vivideras coronan la intervención.
Pliegues, voladizos, luces, sombras y ‘acción’
Volumétricamente la casa parte de dos prismas rectangulares perpendiculares. Apoyados uno sobre otro, dan lugar a voladizos y un interesante juego de luces y sombras. El primero, sobre el jardín de la piscina; el segundo y de mayor entidad, sobre la entrada principal.
Líneas puras y una geometría muy definida caracterizan el exterior donde el color blanco se erige como principal protagonista. Para añadir dinamismo, las fachadas se pliegan en porches revestidos de madera que protegen el interior de la luz solar directa. Galerías que flanquean este y oeste para confluir al sur en el porche principal. Un espacio de generosas dimensiones y materiales cálidos, concebido como corazón de la vivienda.
Una casa abierta al mar
La orientación y la luz juegan un papel clave en un casa abierta al Mar Mediterráneo en sus fachadas sur y este. Las celosías móviles y los grandes acristalamientos filtran y tamizan la luz, generando un diálogo fluido entre interior y exterior que abre las estancias no sólo al jardín y la piscina, sino también a las magníficas vistas que ofrece el entorno.
Diseñada desde un enfoque sostenible, la casa se cierra paulatinamente desde su fachada oeste hasta la norte, para lograr así una mayor eficiencia energética.
Permeabilidad espacial
Reservada para las áreas vivideras, la planta baja se concibe como un espacio único y permeable, distribuido en torno a la escalera y al vacío del patio. «Su diseño busca una percepción clara del fluir del tiempo, de los días y de las estaciones, que invite a adaptar su ritmo de vida a esta cadencia natural», explica el arquitecto.
En la planta alta, la zona de noche alberga el dormitorio principal con baño y vestidor, y otro, más flexible, destinado a los más pequeños. Un panel móvil entre el área de juegos y la de descanso permite independizar ambas zonas cuando se necesita. Un casetón de cubierta acristalado remata el conjunto.
Fotografía: Pablo F. Diaz-Fierros